Page 104 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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102   Carmen Bohórquez



             que pasa a afirmar tajantemente que la única satisfacción justa que esa
             nación puede ofrecer es “la evacuación inmediata de sus tropas del conti-
             nente americano y el reconocimiento de la independencia de los pueblos
             que hasta hoy componen las colonias llamadas hispanoamericanas”.

               En este texto queda expuesta la tragedia original a la que han sido
             condenados prácticamente todos los pueblos del sur por las potencias
             colonialistas e imperialistas del norte; tragedia que aún hoy sigue rigien-
             do nuestros destinos. Aquí está retratada la esencia fundante de toda
             acción imperial, desde los más antiguos tiempos hasta el actual y más
             destructivo imperio, representado sin rubor por Estados Unidos.

               Resultado de estas acciones ilegítimas de ocupación territorial, ade-
             más del genocidio que llevan implícitas, es el de la conformación de
             nuevas sociedades completamente alienadas de su esencia original, que
             siguen existiendo biológicamente pero casi sin conciencia de lo que han
             sido y hasta negando su historia anterior, sus logros culturales e incluso

             su derecho a decidir sobre elementales aspectos de su futuro inmediato.
               En nuestro caso, tras tres siglos de destrucción de habitantes y cultu-
             ras originarias, la sociedad española se había reproducido de tal manera
             en América que hasta los grupos sociales más explotados y vilipendiados

             se definían como súbditos gozosos del rey de España y fieles creyentes
             de la religión católica. En el caso de los blancos criollos era incluso un
             gran motivo de orgullo y de distinción social definirse como españoles
             americanos, para remarcar su descendencia directa del grupo blanco
             colonizador y su diferencia de sangre con negros, indios, pardos y cual-
             quier otra mezcla de “color”. Lo español era la sustancia; lo americano
             tan solo un adjetivo, un accidente local.

               Subrayamos todo esto para que comprendamos que el proceso de inde-
             pendencia que se da en la América del Sur no pudo ser algo que surgiera
             y se impusiera de repente en la conciencia de los americanos, ni tampoco
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