Page 23 - Bolívar como político y reformador social
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[Augusto Mijares] BOLÍVAR COMO POLÍTICO Y REFORMADOR SOCIAL



            Bolívar, sin embargo, había logrado que predominase su criterio, según
          el cual era un deber de toda la América acudir en auxilio de sus hermanos
          peruanos. Y que, por otra parte, más de temer que los contingentes realistas
          de Venezuela y que la amenaza de la Santa Alianza, era el poderoso ejército
          que España mantenía en el Perú. Y que envalentonado porque jamás había
          sido vencido, podía atacar a voluntad sobre el norte o el sur del continente.
            En todo caso, puesto que el Congreso de Bogotá había autorizado la ex-
          pedición, era desleal y temerario comprometerla ahora con regateos sobre
          los auxilios que necesitaba, o con intrigas de otro género. Pero eso fue, sin
          embargo, lo que ocurrió.
            Bolívar había llevado consigo un ejército, es verdad; y durante los prime-
          ros meses de la campaña los departamentos de Quito y Guayaquil lo ayuda-
          ron a costa de sacrificios increíbles. Pero los españoles contaban con fuerzas
          que ascendían a 22.000 hombres y tenían de su parte todas las ventajas que
          largos años de paz y de autoridad sin discusión ofrecen a los vencedores.
            En enero de 1824 la situación había llegado a ser desesperante, y el
          Libertador le escribe al general Salom, que gobernaba el Departamento de
          Quito: “… el Perú no tiene en el día ramos de hacienda de que disponer. Si Ud.
          no se esfuerza en mandarme los reclutas pedidos, los vestuarios, fornituras,
          morriones, capotes, quinientas sillas, ponchos o frazadas ordinarias y todos
          mis demás pedidos para el ejército, nada haremos de provecho; el Perú se
          perderá irremediablemente… ”.
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            Y tratando de estimular a Santander, vicepresidente de la Gran Colombia
          encargado de la Presidencia, le promete: “Mande Ud. esos 4.000 hombres
          que ha ido a buscar Ibarra y el día que Ud. sepa que han llegado al Perú, haga
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          Ud. de profeta y exclame: ¡Colombianos, ya no hay españoles en América !”.
            Pero la respuesta de Santander fue que “si el Congreso me da auxilios
          pecuniarios, o de Europa los consigo, tendrá Ud. el auxilio, y si no, no”. Agre-
          11  Bolívar, S. Cartas del Libertador, op. cit., v. 4, pp. 23-24.
          12  Ibídem, tomo IV, p. 150.
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