Page 119 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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El ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, defendió la serie de
decretos promercado con que inauguró el cambio de gestión: “Está
planeado que en enero del 2018 se aplique la convergencia, que se
levanten las barreras para la libre competencia. La ley de medios
nuestra no va a ser para ningún medio en particular como la anterior,
va a auspiciar la libertad de expresión con las menores restricciones
posibles. La mejor ley de medios es la que no existe, y esa es la idea.
La guerra con los medios se terminó, la paz está sellada”.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), usina ideológica de las
derechas, ubica desde su fundación cualquier legislación en materia
de comunicación, por más tibia que sea, como atentado a la demo-
cracia. Para la SIP, la libertad de prensa es la libertad de empresa. Las
resoluciones de sus asambleas reiteran persistentemente los mismos
temas: “Violencia que no cesa contra medios y periodistas; multipli-
cación de leyes, proyectos y presiones gubernamentales que intentan
controlar el libre flujo informativo en los medios tradicionales y tam-
bién en las nuevas plataformas; restricciones al acceso a la informa-
ción pública; asignación discriminatoria de publicidad oficial y mayor
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concentración de medios en sectores vinculados con los gobiernos” .
Desde el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación
(NOMIC) para acá, el discurso parece calcado.
Las conclusiones de la 71ª Asamblea General de la SIP realizada en
Carolina del Sur en 2015 sostienen que “ningún país de América está
a salvo de la corriente censuradora que se extiende como inmensa
mancha de aceite. Ello ocurre inclusive en países tradicionalmente
garantistas de la prensa libre, y en algunos casos bajo el paradójico
argumento de promover mayor pluralismo, de garantizar el derecho
al olvido o de poner freno al ‘discurso del odio’” .
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Para la SIP, en Venezuela “se consolida un totalitarismo comuni-
cacional de Estado”, en Cuba “persiste la censura” y en Ecuador
“continúa el clima de represión de los organismos de control y apli-
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cación de la Ley Orgánica de Comunicación” ; mientras que la des-
titución de Dilma Rousseff en Brasil es bien considerada (“La prensa
está funcionando libremente y publica cualquier cosa que conside-
ra importante para revelar al público”), y la política de decretos pre-
sidenciales en Argentina se saluda como una sana vuelta al cauce.
2. Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa, Conclusiones. Charleston,
Carolina del Sur, 2 al 6 de octubre de 2015. Disponible en: http://www.sipiapa.org
3. Idem.
4. 72ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa, Informes. México, 13
al 17 de octubre de 2016. Disponible en: http://www.sipiapa.org
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