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20 años en Batalla y Victoria


           Historia viva
           Al hacer el largometraje una preocupación era lograr el rigor que re-
           quiere un relato histórico genuino. Ya Cabrujas le había advertido a
           Azpúrua que no haría una apología de la insurrección, prerrogativa
           que el realizador considera haber cumplido.
             “Fue una película temeraria por aquello de que mucha gente exige
           un tiempo para narrar la historia, verla en perspectiva, que no fue mi
           caso”. Azpúrua pone de relieve que el cine, cuando se avoca a la re-
           flexión política, funciona como una crónica, y más en una obra como
           esta que mezcla ficción y realidad. “Con su estructura compleja y par-
           ticular, trata de hacer un fresco de realidades, no desde la política, sino
           desde seres humanos comunes y corrientes que se ven envueltos en
           un proceso histórico”, enfatizó.
             Amaneció de golpe convocó a un amplio cartel de artistas, muchos
           de los cuales no se relacionan hoy con un filme sobre Hugo Chávez;
           Ruddy Rodríguez, Elba Escobar, Daniel Lugo, Héctor Mayerston, Karl
           Hoffman y Elizabeth Morales figuran entre los protagonistas. También
           actuaron Asdrúbal Meléndez y Yanis Chimaras.
             Sobre el rodaje, contó Azpúrua que se realizó con Chávez aún en
           prisión y no estuvo exento de dificultades y anécdotas. Se filmó com-
           pletamente en horas nocturnas, y el cronograma que se había calcu-
           lado para ocho semanas se extendió hasta 11. “De verdad que no sé
           cómo quedé vivo de la inmensa energía y fuerza que tuve que aplicar”,
           señaló.
             “Una noche mandan a reducir el convoy que yo había creado de ex-
           tras y de actores en las calles recreando la insurrección militar. Habían
           mandado tropas porque creían que era una insurrección de verdad.
           Estaba Caldera en el poder, los insurrectos estaban detenidos y yo
           andaba por Caracas recreando un golpe de Estado. Fue una película
           delirante”, evocó.
             No faltaron los problemas de producción. Por ejemplo, el sector
           militar que inicialmente apoyaría con el préstamo de fusiles a última
           hora se echó para atrás y el equipo tuvo que resolver con armas de uti-

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