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20 años en Batalla y Victoria


          fui el que lo llamó, metido en un clóset, asediado por la plomazón”,
          relató.
            En su actual residencia cerca de Las Mercedes, en Caracas, Azpúrua
          muestra cómo aún algunos muebles y adornos de su casa conservan
          los hoyos causados por los disparos de esa madrugada. Recuerda que
          uno de sus carros llevó 86 impactos de bala y otro 80.
            “Lo viví en carne propia, así que la película se inspira de la emocio-
          nalidad que yo sentí en ese momento límite en el que era evidente que
          había un cambio político por la vía de la insurrección. Allí yo sentí, de
          una manera u otra, ir a esa visión coral de seres humanos comunes y co-
          rrientes, unos conscientes, otros no, que estaban en un dilema histórico
          de profundas transformaciones. Muchos de los personajes, situaciones
          y anécdotas fueron vividas por mí. Yo era uno de esos vecinos”, agregó.
            Así, Azpúrua se buscó a Cabrujas para que volcara al papel toda esa
          experiencia, que luego, perfilada junto a Jacobo Penzo, resultó en ese
          grupo de personajes arquetípicos que representaron diversas clases
          sociales y situaciones, en un marco discursivo que buscó hacer un re-
          trato y una reflexión. “Es una metáfora de la violencia de la democracia
          en la cuarta república”.
            Azpúrua también trabajó el texto y la historia con entonces compa-
          ñeros de las lides políticas a quien hoy ve desde la otra acera, como
          Pablo Medina y Tulio Hernández.
            La periodista comprometida, el marido infiel, el político corrupto, el
          empresario oportunista, el enfermo sin hospital, los enamorados aven-
          tureros, la joven prostituta, la esposa engañada y el militar deshonesto
          son algunos de los personajes del filme que dibujan un fresco de la
          Venezuela de los 90.
            De tal manera, Amaneció de golpe plantea al público interrogantes
          sobre una realidad que venezolanas y venezolanos han vivido de sobra
          pero quizá no han problematizado. ¿Qué es la violencia? ¿Unos mili-
          tares alzados o un enfermo del barrio que es ruleteado de hospital en
          hospital?, o ¿Qué es la corrupción?, o ¿Qué es la política?, son pregun-
          tas que quedan en el aire al terminar de ver el filme.

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