Page 222 - Todo César: Panorama de vida y obra
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Todo César 221



               Táchira en procura de apoyos materiales para continuar y profundizar la Guerra   María Rosario Nava  hace además una autocrítica a su inicial actitud colonial
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               de Independencia. Allá permanecerá dieciocho días. En la pequeña Ciudad Bolí y de sumisión al rey de España, en un contexto en el cual era invisibilizada, silen-
               var es honrado con el título de Libertador, a la vez que recibe diversas contribu-  ciada y anulada en sus potencialidades: “Yo era un cuerpo oculto por calles y
               ciones para el ejército patriótico: caballos, cañones, pólvora, quinientos soldados  tinieblas. / Unos ojos vendados y un alma con cadenas. / ¡Por eso ante los tronos
               voluntarios y 30.000 pesos en oro que respaldarán la ofensiva independentista.  mi frente se inclinaba!”. Pero en la conversación con su hijo se sensibiliza ante los
                 Mujeres y hombres de distintos sectores sociales se acercaron aquellos días al  hechos y se convence de la necesidad de transformar la realidad colonial, expe -
               general Bolívar para manifestarle su apoyo de diversas maneras, según sus posi-  rimenta un cambio de conciencia social y percibe la conflictividad política que
               bilidades físicas y materiales. Entre esas personas, refiere Tulio Febres Cordero  se desenvuelve ante sus ojos, abandonando su anterior subjetividad monárquica.
               en su artículo “Bolívar en Mérida”, se encuentra una sencilla mujer, María Rosa-  Es entonces cuando asume su nueva situación y la proclama ante sus jueces: “Mis
               rio Nava, quien ante el Libertador “le suplica con lágrimas en los ojos que reciba  vendajes cayeron frente a mi niño vivo!”.
               en el ejército al hijo que le han tachado por inválido, prometiendo ir ella a su   El otro factor determinante que incide en la nueva actitud de María Rosario
               lado, llevándole el fusil mientras sana del brazo enfermo”. De esta última refe-  está representado en el impacto que ella recibe cuando ve y reconoce el lide-
               rencia –conocida por Rengifo cuando se desempeñaba en Mérida como Director  razgo que ejerce Simón Bolívar entre la población andina, y de manera especial
               de Extensión Cultural de la Universidad– parten tanto la configuración textual  para aquellos que ella ha llamado “los sufridos”, entre los cuales aparecen por
               del personaje María Rosario Nava como la acción y el conflicto que ella prota-  primera vez expectativas y esperanzas de redención. La mujer lo declara emotiva
               goniza en la trama de la cantata. Rengifo recreó el asunto aportado por Febres  y poéticamente: “¡Yo vi al pueblo salir de casa y sembrados, / y un sonoro albo-
               Cordero y lo expandió en un discurso dramático en el cual tendría que incorpo-  rozo treparse por las cumbres…! / ¡Las últimas estrellas apagaban sus rosas / y
               rar la situación por la que supuestamente atravesó la mujer en 1817, cuatro años  el alba una bandera en la Sierra dejaba…! / Sobre potros y cantos: / ¡¡Un Capitán
               después de su encuentro con Bolívar, cuando el gobierno español logró retomar  llegaba!!”.
               el poder y dio instrucciones de reprimir y juzgar a los patriotas.       En el desarrollo de la cantata es relevante la descripción del Libertador que
                 El tema se concentra en la decidida resistencia de María Rosario Nava ante  hace la mujer al verlo llegar a su ciudad, en la cual la imagen de Bolívar es confi-
               la condena que preparan los jueces coloniales en su contra para castigarla por  gurada con los matices emotivos y épicos que traducen una nueva subjetividad,
               los delitos de insubordinación, traición al rey y subversión. En la sucesión de  esta vez compartida y cargada de reconocimiento y confianza en su proyecto
               acontecimientos, destaca la transformación de la mujer, al principio sumisa  emancipador:
               a la autoridad real. Ante la llegada del Libertador a Mérida, y ante la deter-
               minación de su hijo de incorporarse al ejército patriota, María Rosario Nava   En sus ojos estaba Venezuela encendida…
               percibe la crudeza de la realidad inmediata y despierta su conciencia social   Y en su pecho los fuegos que braman y liberan.
               para identificarse con la población expoliada por el régimen español: los indí-  ¡Desde su voz un bronce candente proclamaba:
               genas, los esclavos, los campesinos ancianos y jóvenes, a los cuales reconoce   un mundo con justicia, un rumbo, una ribera…!
               como “los sufridos”:                                                     ¡Yo vi tras sus pupilas nacer la patria toda!
                                                                                        ¡Despertarse guerreros que yacían dormidos,
                 ¡Oí por las vertientes y los inmediatos ríos                           y agitarse los mares, las costas, las fronteras!
                 bajar la tumultuosa rabia de los sufridos
                 ansiosos por cambiar sangre y huesos oscuros                           Una descripción sugerente y sintética en la cual queda expresada la aspi-
                 por lecho, casa y pan a todos repartidos!                            ración de tener una nueva territorialidad, una patria y un destino justos, una
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