Page 454 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles
Cómo sería de bonito ese caballo que con ese caballo
fue que se alzó Miranda contra el gobierno porque se ins-
piró en el tricolor de sus labios y en el rubio de sus ojos.
Ese caballo sí se veía bonito cuando estaban tocando
ahí esa retreta y el señor presidente de la Sociedad de Jardi-
neros lo traía para que se desayunara con la plaza pública.
Qué caballo tan considerado. Ese caballo podía estar
muy hambriento, pero cuando los jardineros lo traían para
que se comiera la plaza, él sabía que en el pueblo había
mucha gente necesitada de todo lo que allí le servían, y no
se comía sino a los músicos.
Y los músicos, encantados. Como el caballo estaba
lleno de flores por dentro, ellos ahí se sentían inspirados y
se la pasaban tocando música dentro del caballo.
Bueno, y como el caballo se alimentaba de jardines y
tenía todos los colores de las flores que se comía, la gente
cuando pasaba por ahí y lo veía esperando que los jardi-
neros le echaran su comida, decían: míreme ese caballo
tan bonito que está ahí espantándose las mariposas con
el rabo.
Y el caballo sabía que decían todo eso, y se quedaba ahí
quietecito sin moverse para que también dijeran que aquel
caballo era demasiado bonito para vivir en un pueblo tan
feo, y unos doctores que pasaron, lo que dijeron es que lo
que parecía ese caballo es que estaba pintado en el pueblo.
¡Así sería de bonito ese caballo!
Todo el mundo era muy cariñoso con aquel caballo tan
bonito, y más las señoras y señoritas del pueblo, que estaban
muy contentas con aquel caballo que se alimentaba de
jardines. ¿No ve que como consecuencia de aquella ali-
mentación lo que el caballo echaba después por el culito
eran rosas?
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