Page 185 - Sencillamente Aquiles
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EXALTACIÓN DE LA SOPA
DE CEBOLLA
Señores invitados e invitantes:
Permitid que me asome unos instantes
a este sápido altar de suculencias
donde dictan su norma los trinchantes
y vosotros, conspicuos oficiantes,
proclamáis la más noble de las ciencias;
permitidme, señoras y señores,
que alzadas nuestras copas como flores,
ciña el viejo laurel mi musa criolla
para exaltar la sopa de cebolla.
Yo las sopas probé más exquisitas,
yo dormí los más próvidos mondongos,
yo fui barquero chino en la de hongos
y astrónomo en la sopa de estrellitas;
yo fui Drake en la sopa de tortuga
y en la sopa de pan fui el Lazarillo,
comprendí en la de coles a la oruga
y en la de ajo a los cuadros de Murillo;
no hubo, en fin, en el mundo una sopera
donde yo mi cuchara no metiera.
Pero frente a esta sopa de cebolla
que más que un comestible es una joya,
con las otras me pongo en pie de guerra;
y declaro al chocar de nuestras copas:
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