Page 147 - Sencillamente Aquiles
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TENDERAS DE LA PASCUA
¡Oh muchacha de tienda que te pasas el día
como una mariposa detrás del mostrador,
envolviendo raciones de pascual alegría
o edificando sueños en papel de color!
Tendera caraqueña, reina de los bazares,
musa de los juguetes, hada del comprador,
por ti los ramilletes de falsos azahares
conservan, tras del vidrio, su vigencia de flor.
Tu gracia es en la tienda la mejor mercancía,
y sin embargo, el dueño te trata al por mayor.
¡Qué sabe de estas cosas la sórdida jauría
que hace arrestar a un niño por un jabón de olor!
Porque si lo supieran, ese que está a tu lado
siguiéndote los pasos como un inquisidor,
sospechando una pérdida, ya hubiera preguntado:
¿de qué tela estampada se ha caído esta flor?
(¡Ah!, tonto que presume de vender cosas bellas
y para demostrarlo señala al maniquí)
¡Si esas cosas hablaran, cómo dirían ellas
que lo bello que tienen lo tomaron de ti!
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