Page 33 - Sábado que nunca llega
P. 33
sábado que nunca llega
dijo Garabato-Caregato-Culoetrapo y cuando ya casi te
jode le metiste el vidrio?
Después te fuiste a leer los suplementos de los
americanos, bueno, a leerlos no, pero sí a hojearlos. Y
pasabas largos ratos sobre las matas dándote y dándote
en esas espinillas que te han comenzado a salir por toda la
cara de gato que te gastas. ¿Irte de La Leona? ¿Irme? ¡Qué
vaina, Caregato!, es como para no creerlo. Tú que pensabas
ir algún día a buscar a tu mamá y traerla del conuco a
vivir en La Leona y también al vecino para que no sigan
viviendo en esas casuchas de penca de moriche donde se
esconde la ratonera que aunque no muerde es una culebra
que da miedo. Tú que pensabas eso muy callado, que te lo
tenías bien de guardado y ahora viene padrino y que nos
vamos, que te dice que está por acabarse el trabajo en los
taladros y se tendrán que mudar para El Tigre. ¿Cómo
será El Tigre, tendrá una sola calle como La Leona?
¿Y qué irán a hacer con La Leona, con ese montón de
casas grandes y de bloques? Nunca vas a entender nada,
Caregato, como nunca pudiste leer ni una línea de los
suplementos de los musiús: Taparita, Caregato, nada más
que sirves para vagabundear por todas partes y ni siquiera
sabes por qué te dicen Caregato. ¿Ya seré un hombre jecho
y derecho? ¿Podré trabajar en los taladros? ¿Me podré
quedar en La Leona? ¿Este. . . ?
Ni La Leona, ni el viento que sopla hace años sobre el
campamento, ni la sabana sin fin de la Mesa de Guanipa, ni
el sol que hace crepitar la paja y ronronear a los cigarrones
azules y brillantes, ni la intensa soledad que se le mete por
los poros a Caregato, responden a alguna de sus preguntas.
La Leona es un campo de la compañía del petróleo,
23