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¿Por qué se ha reducido el territorio venezolano?                                            Earle Herrera



                 relaciones internacionales y meternos en un sendero de                         que ha contribuido a crear el «complejo de mutilación»
                 luchas estériles. El Tiempo, El Siglo, los mejores rotativos                   territorialista que padecemos, y que prejuzga sobre
                 de la capital colombiana y de todos los pueblos de Co-                         cualesquiera fórmulas de solución al diferendo, con-
                 lombia sí han ventilado ese problema; y el pueblo co-                          siderándola siempre como una posible entrega o una
                 lombiano sabe qué es lo que le da y lo que le quita ese                        capitulación más.
                 Tratado. Y la prensa colombiana, que unánimemente lo
                 ha aplaudido, conoce bien el terreno sobre el cual pisa. 10                   —Por otra parte –agrega– hay cierto sector de la prensa ve-
                                                                                            nezolana que le da a este problema un tratamiento puramente
            Entre mapas y cañones                                                           geodésico, a base de mapas y de gráficas que solamente tienen
            Una vez que el Congreso venezolano aprueba el Tratado de 1941,                  significación para algunas capas limitadamente cultas de la po-
            las cuestiones fronterizas con los distintos países limítrofes van              blación, y no cumplen la función pedagógica y divulgativa que
            a quedar prácticamente en suspenso durante toda la década de                    por deber patriótico deben llenar en torno a este problema. Por
            los años 40. Cuando gobierna Marcos Pérez Jiménez, se dan al-                   eso, lamentablemente, ese vacío informativo es llenado por la
            gunos hechos aislados, pero ninguna reclamación sostenida y                     histeria bélica de algunos abogados que quieren adquirir noto-
            sistemática. Los internacionalistas del perezjimenismo se hicie-                riedad exaltando las pasiones belicistas entre nuestros pueblos,
            ron patriotas y nacionalistas un poco tarde, después del 23 de                  o bien dejando para las declaraciones de guerra de botiquines,
            enero de 1958. Llega la democracia, se plantean de nuevo las re-                la natural suspicacia existente entre nuestro pueblo por diferen-
            clamaciones con Colombia y la Guayana Británica (hoy Guyana)                    cias territoriales. En total, la prensa venezolana no ha estado a
            y el acto de callar, aparentemente, no va a tener ninguna excusa.               la altura del problema, ni la amarillista ni la otra.
               Sin embargo, dos corrientes van a tomar las informaciones
            periodísticas: una, será tecnicista y un tanto pedante, publicará               Bibliografía
            mapas y trazará meridianos, provocando confusión sin aclarar                        1. NÚÑEZ, Enrique Bernardo. Ob. cit., p. 103.
            nada en el grueso del público. La otra, hablará en un lenguaje                      2. Ver El Universal de 26-9-75.
            más sencillo y fogoso, alarmista y belicista, causando en el pue-                   3. El Nacional, 27-5-73, p. C-1
            blo sentimientos de adverso fanatismo ante los otros países. A                      4.  MONSONYI, Esteban Emilio. El indígena venezolano en
            este respecto, el doctor Héctor Colmenares Díaz opina:                                pos de su liberación definitiva. Facultad de Ciencias Econó-
                                                                                                  micas y Sociales de la UCV. Caracas, 1975, p. 128.
                 Hay cierta prensa que, en lugar de erigirse en cátedra                         5.  DRIENCOURT, Jacques. La propaganda, nueva fuerza po-
                 divulgativa y educativa sobre los términos y alcances                            lítica. Editorial Huemul, S.A., Buenos Aires, 1964 p. 401.
                 del problema, no ha hecho otra cosa sino darle cabida                          6.  ÁLVAREZ, Federico. La verdad a la fuerza. Edición AVP
                 a una determinada literatura chovinista y patriotera,                            del Distrito Federal- Caracas. p. 17.


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