Page 118 - ¿Por qué se ha reducido el territorio venezolano?
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¿Por qué se ha reducido el territorio venezolano?



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                 7. CONGRESO NACIONAL. Ob. cit., Debate N°31, p. 7.
                 8. El Nacional, 27-7-75, p. D-1.
                 9.  DOMENACH, Jean-Marie.  La  propaganda  política.
                  EUDEBA, Buenos Aires, 1971, p. 104.                                       En diferentes oportunidades el expresidente Carlos Andrés Pé-
                 10. CONGRESO NACIONAL. Ibídem. Debate N°31, p. 12.                         rez reiteró su deseo de que, antes de que concluyera su período
                                                                                            constitucional de gobierno, se lograra arribar a una solución con
                                                                                            Colombia respecto al diferendo sobre el Golfo. Asimismo, el Jefe
                                                                                            de Estado venezolano reconoció que sobre la controversial mate-
                                                                                            ria no existía ni siquiera un preacuerdo entre los dos países. La
                                                                                            última fórmula para un posible arreglo durante su gobierno fue la
                                                                                            esbozada, en páginas anteriores, por el doctor Boersner y, según
                                                                                            la cual, Colombia reconocería la soberanía completa e incuestio-
                                                                                            nable de Venezuela sobre el Golfo, a cambio de la explotación de
                                                                                            los yacimientos petrolíferos y las riquezas allí subyacentes, por
                                                                                            parte de los dos países y a través de empresas mixtas.
                                                                                               Sobre este particular no se adelantó nada más. El ciudadano
                                                                                            común, tanto de Colombia como de Venezuela, debe preguntarse
                                                                                            qué intereses se han movido para impedir la cristalización de un
                                                                                            entendimiento y de acuerdos que, en determinados momentos,
                                                                                            parecían inminentes. En los primeros meses de 1976 se creía que
                                                                                            un arreglo estaba a punto de concretarse. La prensa venezolana
                                                                                            publicó los puntos de ese posible acuerdo colombo-venezolano.
                                                                                            El presidente Pérez invitó a Miraflores, o a su residencia de La
                                                                                            Casona, a los máximos líderes de los partidos políticos del país.
                                                                                            Pero luego, una vez más, todo cayó en el más inexplicable silen-
                                                                                            cio; nada se informó respecto a las propuestas que estudiaban las
                                                                                            cancillerías de Caracas y Bogotá, y un buen día el señor Carlos
                                                                                            Andrés Pérez anunció, en el Salón Ayacucho de Miraflores, que
                                                                                            no estaban echadas las bases ni siquiera para un preacuerdo.




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