Page 21 - ¿Por qué soy chavista?
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                           comienza a delinearse el augurio de ese mismo cambio,
                           al  cual  yo  me  adscribo  y  en  el  cual  hay  que  confiar,

                           porque ¿sobre qué bases morales aceptar lo que se nos
                           venía imponiendo desde un poder absolutamente ajeno

                           a ningún sueño que valga la pena?

                                   Pues sucede, y menos mal que sucede, que en los

                           ojos de los más abandonados, ha comenzado a aparecer
                           desde  hace  poco  tiempo  un  brillo  inusual.  ¿Tú  no  lo
                           ves?  ¿En  qué  lugares  te  mueves?  Seguro  que  sí  lo  ves

                           con solo proponértelo. Te invito a venir conmigo a los
                           barrios,  a  la  urbanizaciones  populares,  a  recorrer  los

                           pueblos  del  interior,  para  que  veas  instalada  en  la
                           mirada  de  la  mayoría  una  luz  de  esperanza.  Abre  los

                           ojos,  Rosa  María,  pues  algo  está  pasando.  Algo
                           maravilloso que está más allá de nosotros.


                                   ¡Deja  por  un  momento  el  pequeño  ámbito  en  el
                           cual  te  mueves!  ¡Eso  no  es  el  país!  O,  al  menos,  no  es

                           todo el país. Apaga el televisor por un ratico. Cierra el
                           periódico. Vamos a la calle, adonde está la gente, para

                           intentar entenderla, para intentar interpretarla.

                                   Allí  está  el  nudo  de  toda  esta  cuestión  que  nos

                           tiene en vilo desde hace ya dos o tres años. ¿Qué es lo
                           que pasa?


                                   Lo que pasa es que había un importante sector de
                           la  sociedad  venezolana,  una  gran  parte  de  la  clase

                           media  (aunque  no  toda,  por  supuesto)  que  vivía  en
                           Venezuela  como  quien  vive  en  un  club  privado.

                           Resguardado  en  su  hábitat  particular  por  unos  muros
                           infranqueables,  aunque  fueran  imaginarios,  con  todas
                           las  facilidades  a  su  alcance,  se  negaba  a  admitir  la
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