Page 17 - ¿Por qué soy chavista?
P. 17
!
17!
Querida Rosa María:
Hace unos días, mientras tomábamos un café
amigablemente, concentrando tu cariño y el mío en una
con- versación de puesta al día, manifestaste tu
extrañeza, o más bien curiosidad, por mi compromiso
anímico e intelectual, absolutamente blindado, con el
proceso de cambios que está viviendo Venezuela.
Como quiera que ese tipo de conversación de
cafetería no da para mucho, he pensado que sería bueno
intentar explicarte, muy especialmente a ti, que sé que
no albergas dudas sobre mi honestidad de pensamiento,
las razones más sentidas de ese compromiso que tanto
te llama la atención.
Debo advertir que no quiero convencerte de nada.
No soy un apóstol, ni propagandista, ni portavoz de
este proceso. Pretendo solamente que me entiendas.
Hacer que puedas echar una mirada a los motivos del
alma (¿o debiera decir al alma de los motivos?) de este
viejo, leal y perseverante amigo tuyo.
Quiero comenzar recordándote lo que tú bien
conoces: que he trazado como un norte de mi vida la
lucha por la verdad, la justicia y la belleza, a la procura
de que se instalen cómodamente en el reino del común,
esto es, en el universo de las relaciones humanas sobre
las que discurre nuestra existencia.
Pues si algún sentido tiene la vida, lo tiene, a mi
juicio, en las oportunidades reales de alcanzar el mayor
cono- cimiento posible, la mayor felicidad posible, la
mayor sensibilidad posible. Me refiero a la vida de cada