Page 202 - Lectura Común
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La lectura común                            Nuestra sombra iluminada
              di a organizarlos y cuando hube concluido me desveló su conte-
              nido. Su título, Las mismas aguas, advertían sobre la unicidad
              que persigue su autor en todo cuanto conforma materia y fondo
              de su entendimiento sensible con el mundo. Los clásicos vuel-
              ven a ocupar sitial privilegiado junto a su querido Shakespeare y
              a Paul Celan, cuya clara oscuridad compartimos, y parejamente
              a su inseparable Ezra Pound, sus constantes relecturas de  o-
              mas  Hardy, de  Hölderlin, sus  testimonios sobre Heidegger y
              Hannah Arendt, y una vez más Eliot y Auden, pero como si su
              acercamiento a ellos hubiese ocurrido por primera vez, tanta es
              la averiguación novedosa conque se adentra en su poética. Y así
              Machado, y de la misma guisa Ajmátova, a más de los nuevos o
              mal conocidos de los perseguidores de seres míticos, tal Aby
              Warburg o el muy oculto en estos trópicos Adam Zagajewski. Si
              a vuelta de página aborda la controversia política venezolana, lo
              hace con franco disenso, pero no es este espacio propicio para su
              observación por ser ajeno al sentimiento amoroso que motivan   [ 201 ]
              estas líneas.
                  Las aulas no han pasado en vano en la vida de Alejandro Oli-
              veros, a las que dijo adiós para tristura de sus alumnos. Lo digo
              porque hallo en el estilo de sus ensayos una claridad expositiva,
              una depurada expresividad y hasta austera valoración propia del
              maestro que busca, en lugar de deslumbrar con su saber, emocio-
              nar e invitar a compartir en común ese entusiasmo por la litera-
              tura como él la entiende y practica.
                  En las postrimerías de  Las mismas aguas ocupa lugar de
              excepción su lectura de la Poesía venezolana, rescatada de una
              conferencia dictada en la Casa de la Poesía Pérez Bonalde y a la
              que titulara “Signos de la poesía venezolana a fines del milenio”.
              En ella, la obra primordial de Juan Sánchez Peláez fue revisada con
              minucia, aunando su desciframiento a la conducta del gran poeta
              frente a lo cotidiano, a su muy carnal entendimiento con la imagen,
              de la que fuera orfebre incomparable. Lectura desusada propuso








       Lectura comun heterodox   201                                   13/4/10   12:35:45
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