Page 66 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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66  Rafael Ramón Castellanos



             en La Victoria, sin fórmula alguna de juicio; él que recibe tardíamente
             la noticia infausta de que otro de sus hermanos, José Vicente, había sido
             apresado en su lecho en el Hospital San Lázaro de Cumaná y luego dego-
             llado por las tropas realistas también en 1814; él que tuvo el dolor de ser
             informado tiempo después en junio de 1817 que su hermano Francisco
             había sido fusilado por instrucciones directas del general Pablo Morillo;
             él que había ya recibido pruebas indiscutibles de su resistencia moral y
             religiosa cuando supo que su hermana Magdalena, de apenas 14 años de
             edad había fallecido “cuando tomaron de sorpresa y arrebato los soldados
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             de Boves, la casa de su padre”  en Cumaná el mismo aciago año de 1814,
             pues ella perseguida por los forajidos “huyó desesperadamente y prefirió
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             arrojarse de un balcón a la calle antes que ser ultrajada” ; él a quien aún
             después de los Tratados de Trujillo otra mala nueva le robustece aún más
             su fe y su lealtad por la libertad y por la independencia: la muerte de sus
             dos hermanas María Josefa y Aguasanta que, enviadas prisioneras a La
             Habana por José Tomás Boves en 1814 regresaban a la patria ya libertada
             en 1821 y desaparecieron en un naufragio entre Saint Thomas y La Ha-
             bana, una de ellas con sus ocho vástagos.

               El hombre que golpeado rudamente por las contingencias de la feroz
             lucha de exterminio, mejor denominada guerra a muerte, es quien va a
             proponer el basamento de la regularización de la guerra, prodigio jurídico
             que borrará la mácula de más de ocho años de sevicia, de inclemencia, de
             impiedad, de lucha sin cuartel y con absoluto menoscabo de la vida. No
             hay que olvidar que esta guerra a muerte en Venezuela fue de las peores en
             todo el orbe. Un oficial inglés, que se escudó en el anonimato publicaría




             [ 79 ]_ VILLANUEVA.- Vida de don Antonio José de Sucre Gran Mariscal de Ayacucho.
             Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación Nacional, 1945, p. 24.
             [ 80 ]_ LARA, Jorge Salvador.- Banderas al viento, ensayos sobre la independencia. México,
             Instituto Iberoamericano de Geografía e Historia, 1990, p. 66.
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