Page 263 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
P. 263

La dimension internacionaL deL Gran mariscaL de ayacucho 263



             alma de afecciones locales, y en fin porque parece un republicano
             lleno de espíritu y virtudes de los que verdaderamente merecen este
             nombre respetable, y le creo lleno de buena fe, y este sentimiento
             crece cuando veo que con suma delicadeza consulta a menudo para
             evitar en sus medidas cuanto pudiera ofender o desagradar al go-
             bierno de las Provincias Unidas, y prescindiendo absolutamente de
             expresar cosa alguna sobre la permanencia o regreso de la división
             de mi mando, declarando que las fuerzas acantonadas en Chichas,
             no tienen otro objeto que colocarse en puntos donde sea fácil su
             subsistencia, sin gravitar sobre uno solo. 359

            Mas, otra prueba de fuego le reservará el destino por esos mismos días al
          incansable Mariscal Sucre. Como consecuencia de una de esas maniobras
          imprevisibles después del cese de las actividades bélicas entre dos potencias,
          y soliviantado entre residuos de anarquía y desazón, un grupo promovió un
          movimiento antipatriótico de marcada tendencia segregacionista, pero el

          cual habrá de dominar con su pericia en el arte de las negociaciones. Para el
          28 de marzo, cuando ya despachaba desde el Alto Perú y su ejército robus-
          tecía posiciones determinantes para la liquidación de los españoles, se había
          suscrito en el Matogroso una curiosa Capitulación en que unos comandos
          militares españoles auscultaron la posibilidad de lograr una meta para revi-
          vir los tentáculos de dominación.
               El coronel Sebastián Ramos que había inquirido por condiciones
             para pasarse a la república, resuelve cambiar de parecer y propone,
             en su calidad de Gobernador Político y Capitán General de la Pro-
             vincia de Chiquitos, la entrega de la región bajo su dominio a la
             protección de Su Majestad Imperial del Brasil, hasta que evacuada
             la América Española o el Reino del Perú del poder revolucionario,
             comandados por los sediciosos Simón Bolívar y Antonio José de
             Sucre, sea reconquistada por las armas de Su Majestad Católica y
             reclamada por dicho Soberano o por algún general a su real nom-



          [ 359 ]_ Ídem, p. 177.
   258   259   260   261   262   263   264   265   266   267   268