Page 258 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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258 Rafael Ramón Castellanos
trema, ya que en él la prioridad es la búsqueda del entendimiento entre
los pueblos y entre los hombres. La benevolencia lo hace ser generoso en
extremo en la exploración de mecanismos para evitar el choque bélico entre
las fuerzas de la libertad y las del general Olañeta. Agota los recursos, mas
en recompensa el militar español trama una acción infame, pero el enviado
a tan atroz intento de envenenamiento no tiene el suficiente valor para
cometerlo y denuncia la macabra acción. Comprobado el objetivo a que
ha sido enviado el joven y frustrado asesino, el Mariscal Sucre le escribe al
Ministro de Guerra del Perú:
como va resultando cierto este atentado pienso declarar fuera de
la ley a Olañeta y a sus cómplices en este frustrado asesinato, si
queda justificado el hecho, y ofrecer las propiedades de Olañeta al
que lo mate. 353
Desde otro ángulo del desarrollo de las acciones el noble y bizarro señor
de la paciencia y del perdón se exaspera ante las concretas informaciones
que ha recibido sobre la mala fe que han demostrado algunos de los favore-
cidos por el espíritu humanitario de la Capitulación de Ayacucho, en cuyo
caso es intransigente para frenar el caos que ello puede producir; entonces
se transforma acremente:
he mandado que siempre que en alguna parte asesinaren o enve-
nenaren a algún oficial del ejército libertador, aprehendan cuantos
españoles haya en el Alto Perú que no sean conocidamente patriotas y
los fusilen. Mi conducta clemente y generosa con los españoles puede
casi juzgarse como criminalhacia la patria; pero estoy resuelto a ser tan
severo y fuerte con estos ingratos como he sido antes bondadoso. 354
A la sazón ya ha sostenido correspondencia con el general argentino Juan
Antonio Álvarez de Arenales, Gobernador y Capitán General de la Provin-
[ 353 ]_ Ídem, p. 134.
[ 354 ]_ Ibídem.