Page 265 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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             nadie la guerra; poco la que acaba de humillar 18.000 soldados de
             sus más orgullosos enemigos, y sus ejércitos están dispuestos para
             hacerse respetar, y castigar a los injustos. Prevengo, pues, al señor
             comandante general de Santa Cruz, que si V.S. no desocupa en el
             acto la provincia de Chiquitos, marche contra V.S., y no se contente
             con libertar nuestras fronteras, sino que penetre al territorio que nos
             declara enemigo, llevando la desolación, la muerte y el espanto para
             vengar nuestra patria, y corresponder a la insolente nota y a la atroz
             guerra con que V.S. lo ha amenazado. 361
            Su presión es categórica, firme y contundente dada su fe y amparado
          en el poder de la legislación respectiva. “Reservo entre tanto - expresa - el
          derecho para elevar los reclamos sobre este suceso al gobierno supremo del
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          Brasil” , pero no se extasía en el manejo de la diplomacia ya que el 7 de
          mayo le comunica su posición al Jefe de Armas en la referida Provincia de
          Chiquitos, dejando, a la vez, discurrir la ternura franciscana de las solucio-
          nes pacíficas. Echa fuego y furia su reconvención, pero brinda un sedante
          que es lo mejor para buscar la paz. Es el hombre que sabe de estrategia, de
          derecho internacional y de dignidad rectora. Veámoslo:
               No parece creíble que los brasileros pretendan apoderarse de Chi-
             quitos; pero si sucediere que, a invitación de Ramos, ellos se hayan
             introducido allí sin licencia de V. S., le reconvendrá V. S. política-
             mente al jefe que venga mandando la fuerza, intimándole que salga
             fuera de las fronteras; pero esta reconvención irá inmediatamente
             seguida de todas las tropas que V.S. pueda reunir, para que si no
             obedecen a la intimación, sean atacados los invasores y echados de
             mano armada de todo nuestro territorio, tratándolos como piratas
             y con la severidad y rigor que merece su agresión.

               V.S. forme y organice ésta de un modo capaz de cubrirnos de
             toda desgracia; y si para ello necesitase V.S. más gente y tropas,


          [ 361 ]_ Ídem, p. 209-210.

          [ 362 ]_ Ídem, p. 210.
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