Page 194 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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194 Rafael Ramón Castellanos
Gutiérrez de la Fuente detuvo al primero y lo remitió a Huanchaco, para
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embarcarlo . Este fue el final de un vaivén político-militar que hubiese
favorecido a los españoles si prospera y que quizás también habría golpeado
la firme y notoria amistad de Bolívar y Sucre.
En todo esto, como se ve en la trama utilizada en base al diálogo, Sucre lo-
gró imponer, discretamente, sus puntos de vista en cuanto a las diferencias
políticas entre los peruanos y la posible acción de las fuerzas colombianas en
la búsqueda de erradicar la infección, condescendencia que calibra el grado
de estima y aprecio que el subalterno tenía en el Jefe Máximo, razón por la
cual el ilustre académico venezolano doctor José Luis Salcedo Bastardo ha
sostenido con esta y muchas otras demostraciones, la tesis “que Sucre no fue
un incondicional o un satélite. Las claras discrepancias entre ellos fueron
resueltas siempre con elevación de una amistad sin sombras”. Bolívar se
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había fabricado, con la experiencia y la actuación, un inconmensurable ho-
rizonte en el ámbito de las relaciones internacionales, de la diplomacia y del
don de gentes y es obvio que para referirse a la contingencia descrita, hace
una augusta reflexión en el Resumen sucinto de la vida del General Sucre
que escribiera en Lima al comenzar el año de 1825:
En estas circunstancias el General Sucre instó al Libertador para
que le permitiese ir a tomar el valle de Jauja con las tropas de Co-
lombia, para oponerse allí al general Canterac que venía del Sur.
Riva Agüero había ofrecido cooperar a esta maniobra; más su perfi-
dia pretendía engañarnos. Su intento era dilatar hasta que llegasen
los españoles, sus auxiliares. Tan miserable treta no podía alucinar
al Libertador, que la había previsto con anticipación, o más bien
que la conocía por documentos interceptados de los traidores y de
los enemigos.
[ 273 ]_ Ídem, 202.
[ 274 ]_ SALCEDO BASTARDO, José Luis.- Aquí y ahora Sucre siempre. (El Diario de
Caracas. Caracas, 3 de febrero de 1995).