Page 165 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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La dimension internacionaL deL Gran mariscaL de ayacucho 165



             go contra quien dirigir sus comunes esfuerzos. Colombia cumplirá
             en la guerra del Perú los deberes que le corresponden en una lucha
             nacional.

               Yo me habría apresurado a transmitir al Soberano Congreso mis
             ardientes votos por su felicidad, y por el éxito de sus instituciones, si
             me hubiese contentado con una esterilidad de fórmula y expresiones.
             Pero en circunstancias de haber salido de esta capital las tropas del
             Perú, he creído hacer el mejor presente a la soberanía del Congreso,
             asegurándole: que la División auxiliar colombiana ofrece sus armas
             a la Representación nacional por garantía de su libertad, y que se
             honrará de servirle tan celosa y fielmente como soldados peruanos.
               Permítanme, U.S.S. que me atreva a exponer al Soberano Congre-
             so por el órgano de U.S.S. los sinceros sentimientos del Gobierno de
             Colombia, que tengo el honor de representar. 228
            Para confirmar los buenos oficios del General Sucre en sus relaciones con
          la república donde estaba acreditado, este documento es extraordinario, pero
          es necesario reproducir los conceptos de uno de los biógrafos mayores del cu-

          manés ilustre, el historiador venezolano Laureano Villanueva, quien sustenta
          un comedido planteamiento:
               Aun cuando la conducta de Sucre fue siempre irreprochable, algu-
             nos malquerientes suyos, han calificado de falaz esta comunicación,
             asentando que con ella quiso fomentar la división entre el Poder Le-
             gislativo y el Presidente Riva Agüero, con el propósito atribuido a
             Bolívar de destruir el Gobierno del Perú, para entrar sin estorbos a
             dominarlo como Dictador: esta es una interpretación calumniosa.
             Cuando no se quisiera tener en cuenta la honradez del General Co-
             lombiano, nunca desmentida, en su larga vida pública anterior, toda-
             vía pueden deponer en su abono los mismos encargados a la sazón del
             Poder Público, quienes a un tiempo, se manifestaron complacidos,
             satisfechos y agradecidos de su comportamiento, pues es tan notoria



          [ 228 ]_ Ibídem.
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