Page 20 - La Campaña de Quito
P. 20

Felipe de la Barra                                               19


               Sin embargo, Sucre toma una decisión opuesta, o sea, dirigirse pri-
          mero contra González. Tal solución, violatoria en principio de las leyes
          que rigen el arte de la guerra, puesto que abandonaba el objetivo princi-
          pal para correr en busca de otro objetivo más débil y alejado, se imponía
          no obstante o por lo menos se justificaba, dada la situación especial de
          las fuerzas patriotas.
               Estas, en efecto, quedaban siempre inferiores en calidad y sobre
          todo en número, a las tropas de Aymerich, por lo que a Sucre solo le era
          posible librar una batalla defensiva, compensando de esta manera su in-
          ferioridad; batalla que, por otra parte, estaba lejos de producirse en estas
          condiciones por la manifiesta actitud de Aymerich.
               Ahora bien, si Sucre, jugando el todo por el todo, arriesgaba a sus
          tropas bisoñas lanzándose contra el enemigo que tenía a su frente, podía
          ocurrir que Aymerich se retirase atrayéndolo al interior, en tanto que
          González, apareciendo por Yaguachi, quedaba a retaguardia del ejército
          patriota y le cortaba sus comunicaciones con Guayaquil.
               En el fondo, su caso venía a tener mucha similitud con el que se
          presentó a Bonaparte después de Montenotte. Entonces el Gran Capitán
          no ataca en primer término a los austriacos, como lo exigía el hecho de
          constituir estos el núcleo principal enemigo y de la orden misma dada en
          tal sentido por el Directorio, sino se lanza a destruir primero a los pia-
          monteses; y procede así atento a la consideración de que los austriacos,
          al ser atacados en primer lugar, pueden retirarse obligando al ejército
          francés a seguir en su persecución, en cuyo caso los piamonteses, libres
          como estaban, quedarían en disposición de obrar sobre su retaguardia.
               Descartada por todos lados la ofensiva contra Aymerich y no siendo
          dable que los patriotas continuaran enclavados en sus posiciones, espe-
          rando un ataque que solo se pronunciaría cuando las dos columnas ene-
          migas pudieran darse la mano, no quedaba a Sucre más camino que ir en
          busca de González a quien puede sorprender y oponerle si no efectivos
          numéricamente superiores, por lo menos iguales.
               En consecuencia, la maniobra que pretende ejecutar, y que en parte
          realiza, será la siguiente: dirigirse rápidamente hacia Yaguachi para sor-
          prender y batir a González, conseguido esto volver al norte y —remon-
          tando el río Bodegas— cortar a Aymerich de Guaranda. Piensa Sucre,
   15   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25