Page 97 - Guanipa-Endenantico
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Earle Herrera
NOSOTROS, GENTE DE OFICINA N° 1
Miguel Otero Silva nació más al norte, a unos 160 kilómetros
de nosotros, de cara al mar, en la ciudad donde Eulalia Buroz
inmortalizó su nombre. Con sus grandes zancos de Gulliver
atravesó la mesa de Guanipa y siguiendo la línea de la insa-
ciable culebra de hierro –“esos tubos vienen desde los pozos
e irán a parar a la orilla del mar”– se llegó a El Tigre y metió
sus ojos de poeta y periodista hasta las entrañas de la tierra, a
6.184 pies de profundidad. De allí salían más de mil barriles
de petróleo por día y de allí sacó la historia para una novela o
la novela para una historia: Oficina N° 1
De no haber sido por el novelista, el pozo Oficina N°
1, el primero perforado por aquellos contornos de los llanos
orientales, ya hubiera pasado al olvido general, como el millón
y pico de barriles que produjo. Por ello esta obra de Miguel
Otero es la novela de la fundación y de la memoria de un
pueblo, de dos pueblos, de tres pueblos: El Tigre, El Tigrito
y San Tomé. Levantados allí, en medio del viento, bajo el sol
y las lunas de los indios kariñas, sobre las sabanas sin fin de
Guanipa, hoy los tres pueblos divisaron la mano levantada,
allá en el horizonte, de su re-creador y vieron al pájaro de
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