Page 159 - Guanipa-Endenantico
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Earle Herrera
ni establece fronteras entre la ética y la estética. Desde sus
tiempos de estudiante, allá en el Liceo Briceño Méndez de El
Tigre, la suya ha sido una lucha por los derechos humanos y
por la elevación cultural de su pueblo. Anzoátegui, antes que
corrupción y migajas embrutecedoras, lo que necesita es eso,
poesía, cultura, educación, elevación espiritual y solución a sus
problemas más apremiantes. Todas estas metas están escritas
e inscritas en la agenda de Tarek. Y bien bueno que al lado de
la anotación de un problema concreto aparezca algún poema
que se le vino en el momento, frente al mar de Puerto La Cruz
o bajo el cielo matinal de la mesa de Guanipa, más acá de los
mechurrios y más allá del silbido de los chaparrales.
La cuña contra la condición de poeta y escritor del
próximo gobernador de Anzoátegui ha ofendido al pueblo
que, desde Barcelona hasta Soledad, es puro coraje y creación
y, por lo mismo, ha beneficiado a Tarek William Saab. Verso
a verso, escribió otro poeta, se hace camino al andar. Y en ese
camino, para Tarek, la gobernación es apenas una estación
desde donde, una vez conquistada por voluntad popular, im-
pulsará la marcha de su pueblo hacia su propia y más profunda
realización, en lo material y, sobre todo, en lo espiritual.
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