Page 15 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
V. El desbordamiento de la fuerza policial, la ne-
cesidad de sacar el Ejército a las calles, el toque
de queda y la suspensión de las garantías consti-
tucionales, conformaron un cuadro que se creía
superado desde hacía muchos años.
VI. La ferocidad de la represión, el número de muer tos,
heridos y desaparecidos, en el marco de una de-
mocracia hasta entonces considerada estable y en
un país con ingresos petroleros milmillonarios, di-
bujaron una situación compleja, llena de interro-
gantes, para las que en ese entonces no se tenían
respuestas.
Para el enfoque de esa situación, los esquemas del pe-
riodismo puramente informativo resultaban insuficientes.
El análisis y la interpretación se abren paso, en la bús-
queda de explicación, entre los postulados de la «objeti-
vidad». Los reporteros, víctimas también de la represión
y de la suspensión de garantías —con la libertad de expre-
sión y de información como primera baja—, se convierten
de testigos en actores. La literatura es un recurso eficaz
para burlar las restricciones. Y el «así lo vi yo» sustituye,
en muchos casos, al «ocurrió así».
En medio de esta situación, también los literatos sal-
taron a la arena y pluma en ristre, que es su arma, sa-
lieron al encuentro de la confusión general, de los lectores
desconcertados, de unas circunstancias que no dejaron a
nadie indiferente. La necesidad de expresión del escritor
buscó cauce y salida en la prensa cotidiana.
El intercambio de roles, ese cruce de camino de lite-
ratos y periodistas, de periodismo y literatura ante una si-
tuación histórica de violencia —el Caracazo— es lo que
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