Page 177 - Escritos de ayer y hoy
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El estudiante salido de la escuela Ángel Moreno poco
          tiempo después montaba sobre una mula, vigilando bosques
          y llanuras como empleado del MAC en función de preservar
          el ambiente, pendiente de la acción de devoradores hacenda-
          dos y conuqueros inconscientes de ese bien común que es la
          naturaleza.
            Como recaudador de rentas municipales en diversas épocas
          en el Consejo Municipal del Distrito Monagas, sin robarse una
          puya; como empleado en compañías constructoras en diversas
          localidades; como agricultor o pequeño ganadero, limpiando
          fincas propias para ayudar al sustento familiar, cabalgando en
          una mula castaña y manoseando bellas flores femeninas que
          hermosamente surgen en el Valle de Orituco; y en ese andar
          por Lezama se encontró una Margarita que lo envolvió con
          la magia del amor, y juntos cultivarían un jardín que ha dado
          y sigue dando árboles y arbustos que se están plantando en la
          geografía de la comarca o del país.
            Haciendo serios esfuerzos para que los huertos no se de-
          sarrollaran en forma dispersa y silvestre, buscó la fuente de la
          cultura y del conocimiento científico para que más allá del va-
          lle gracitano, donde estaban, se apropiaran y regresaran, si que-
          rían, para continuar la siembra adecuadamente por el camino y
          ante la vida, que siempre es difícil y compleja.
            En fin, José demostró con su práctica cotidiana que es po-
          sible levantar las banderas de la dignidad, de la honestidad, de
          la eficiencia, de la decencia pública y privada, en la construc-
          ción de una familia, que es la base fundamental de la sociedad
          venezolana.
            Mañana, cuando la mayoría del pueblo trabajador decida
          tomar en sus propias manos el destino de su propio proceso y
          construir la patria popular, soberana, bolivariana y, en particu-
          lar, los gracitanos decidamos reencontrarnos con nuestra his-
          toria local, nuestras luchas y sueños, y levantar una propuesta

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