Page 174 - Escritos de ayer y hoy
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obrera era disuelta por el ejército y la policía; a Argentina
llegaba un barco de África con parte de los guerreros Boers,
derrotados por el colonialismo inglés, el mayor imperio domi-
nante de la época. Mientras tanto, en el mercado San Jacinto,
de Caracas, la gente acudía a comprar mercancías de acuerdo a
un aviso de prensa aparecido en el periódico El Constitucional,
que dirigía Gumercindo Torres y cuyo valor era de 2 centavos;
los precios eran al por mayor, contados y medidos en reales,
pesos, arrobas y quintales.
Las horas del tiempo transcurrieron lentas pero intensas y
el manto de la noche arropó la casa de bahareque y techo de
paja; y en la frescura de su interior Tatán y Pragedes, cansadas
ya, rezaban un Padre Nuestro y un Ave María. Tatán, acostada
en el catre, murmuraba: “Mañana será otro día… Mañana será
otro día”.
Caracas, 23 de octubre de 1995 15
De izquierda a derecha, Ysmenia Soto, Carmen Rojas de López, doña Rosa,
Herminia Reverón, Aura Rojas de Hernández y la Nena Rojas Angelino. En el
fondo, Pura Soto, Fernando Soto y familiares.
15 Palabras de Fernando Soto Rojas en un salón de fiestas de Caracas, con motivo del
cumpleaños 90 de su madre, Rosa Rojas de Soto.
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