Page 181 - Escritos de ayer y hoy

políticas para cada momento en función de la concientización
y acumulación de fuerzas populares.
Con la aparición del Manifiesto las vanguardias reales se
armaron ideológicamente. En 1848 las luchas populares eran
fundamentalmente reivindicativas, sin perspectiva histórica,
sin direccionalidad programática. Desde entonces, ideológica
y políticamente el pueblo toma la ofensiva a través de van-
guardias socialistas legítimas y pasa por diversos momen-
tos estelares o de marchas y contramarchas, de derrotas, pero
acumulando experiencias contra la lógica del capital en estos
últimos dos siglos, aproximadamente, con saldos históricos
concretos de Estados independientes, de Estados populares, de
movimientos populares.
El Che, para el momento del encuentro con Fidel, tenía en
lo fundamental una formación marxista, una visión del mundo
con sus contradicciones y una experiencia de lo que pasaba en
América Latina. Fidel tenía una sistematización programática
de la plataforma de lucha cubana y una experiencia de lucha re-
volucionaria diversa de más de diez años en Cuba y fuera de ella.
La unidad entre los dos grandes luchadores solo es posible
ante la vida y por la vida para la felicidad de nuestros pueblos,
por cuanto coincidieron en el programa, la plataforma y las
medidas en lo fundamental.

La teoría y la sistematización de la experiencia
en la práctica política del Che

El Che fue un revolucionario de pluma y fusil, de palabra y
de convicción en su ideario, teórico y práctico, un cuadro in-
tegral y un militante de las rojas auroras. Nos deja un legado
de historia, de escritos, de libros y discursos, para contribuir a
construir el presente y el futuro, el hombre y la mujer nueva,

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