Page 275 - Encuentros descoloniales Memorias de la primera Escuela de Pensamiento Descolonial Nuestramericano
P. 275
Héctor De la falla metabólica a la 275
Alimonda reconstrucción De la viDa
del sistema emplea semillas híbridas, que imponen la dependencia de EncuEntros
la agricultura en relación con empresas de agrotecnología, de capital
transnacional altamente concentrado. Se consuma así la subordinación
material y financiera de la agricultura frente al capital. Los saberes agrícolas
preservados son remplazados por un paquete tecnológico prefabricado que DEscolonialEs:
se impone a los agricultores. Como dice Armando Bartra:
El campesino deja de usar el paquete tecnológico para ser usado por él.
Y cuando el labrador es un campesino el resultado de esta inversión es MEMorias
que ya no trabaja solo para el capital, sino que es obligado a trabajar
como el capital, en un comportamiento contra natura que con frecuencia
lo lleva a la ruina.
DE la
Además de sus consecuencias políticas, sociales y económicas, este
modelo tiene obviamente también como consecuencias daños ambientales,
que en general son ocultados como economías externas, tales como conta-
minaciones diversas, erosión, pérdidas de biodiversidad, envenenamiento PriMEra
de trabajadores rurales y de consumidores, etcétera. Desde el punto de
vista de la ecología política, es interesante registrar la importancia del
surgimiento durante la década de 1960 de una crítica al uso de agroquímicos
(simbolizado por el libro Primavera silenciosa, de Rachel Carson) y que se EscuEla
irá incrementando en las décadas posteriores, marcando la aparición de
una conciencia ambiental y también, por el lado de la preservación de la
calidad de los alimentos, de una politización del consumo.
DE PEnsaMiEnto
l a r e v o l u c i ó n d e l o s t r a n s g é n i c o s
Pero todas las tendencias señaladas en relación con la Revolución
Verde acabaron profundizándose con la revolución tecnológica posterior, la DEscolonial
agricultura de transgénicos. Entre 1983 y 1985 se registraron los primeros
pedidos de patentes para organismos genéticamente modificados, y a partir
de allí su expansión ha sido vertiginosa. En 1998 ya existían 27,8 millones
de hectáreas de cultivos transgénicos en el mundo, que pasaron a 44,2 nuEstroaMEricano