Page 55 - El Reportaje, el ensayo
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El reportaje, el ensayo
                              qp Earle Herrera
               Al estallar la Primera Guerra Mundial –explica– se vio claramente lo
               inadecuados que eran los reportajes de aquella época, la mayor parte
               de los cuales versaban estrictamente sobre las noticias del momento.
               Se vio que el pueblo de los Estados Unidos sabía poco y entendía
               menos de las causas de la guerra, debido en parte a que los reportajes
               eran fragmentarios .
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               Esta última palabra –fragmentarios– es muy significati va pues re-
             mite a uno de los postulados de la doctrina de la objetividad, que su-
             pone la existencia de “hechos brutos”, aislados, sin relación de causa
             y efecto, lo que conduce inevitablemente a la fragmentación de la
             realidad. Con semejante visión no se podía informar, interpretar y ex-
             plicar los fenómenos que estremecieron al mundo entre 1900 y 1930.
               Pero, pasada la década de los treinta no iban a resucitar las condi-
             ciones que dieron cuerpo a la doctrina de la objetividad. Nuevos me-
             dios de comunicación venían a disputarle el monopolio informativo a
             los impre sos, aventajándoles en rapidez e instantaneidad. Para compe-
             tir con estos medios era necesario cambiar, transfor marse. La Segunda
             Guerra Mundial y el largo período de guerra fría que le sucedió venían
             a dar la estocada definitiva a una forma y concepción periodísticas que
             ya no se correspondían con la complejidad de los nuevos tiempos.
               De manera que una nueva forma de asumir la información, de en-
             focar periodísticamente los fenómenos, de investigar los hechos, toma
             cuerpo: el periodismo interpretativo. Se comprendió que los hechos
             no existen aisladamente, que tienen causas y consecuencias y, por
             ende, forman parte de un proceso. El periodista, como ser pensante,
             no podía ser un simple recolector de datos, especie de intermediario
             entre el hecho bruto y el público. Perdió todo sentido, para decirlo con
             Bernard Voyenne, la tendencia a

               …considerar las noticias como cosas, que existen independientemen-
               te de los hombres que las manejan, y, por consiguiente, a reducir a

             2    William L. Rivers. Periodismo: prensa, radio, televisión. México, Editorial Paz México/Libre-
                 ría Carlos Césarman, 1969, p. 187.
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