Page 275 - De mi propia mano
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106. NoSotRoS No heMoS VeNiDo al PeRÚ
                             eN buSca De NiNGuNa FoRtuNa


                 (Del original).

                               ejército de colombia auxiliar en el Perú


                           cuartel general en Pichirgua, a 10 de noviembre de 1824. 14 o


                 excmo. señor libertador Presidente de colombia, &., &., &.


                 excmo. señor:

                 el ejército ha recibido ayer con el dolor de la muerte la resolución que V.e.
                 se ha dignado comunicarle el 24 de octubre desde huancayo, separándose
                 de toda intervención y conocimiento de él, a virtud de la ley del 28 de
                 julio último. Nosotros, señor, como los órganos legítimos del ejército, nos
                 atrevemos a implorar la atención de V.e. a las observaciones que por el
                 momento nos han ocurrido sobre la determinación de V.e.
                    Meditando la ley del 28 de julio no hemos encontrado que el cuerpo
                 legislativo al dictarla tuviese la intención expresa de separarnos de V.e. ni
                 de dañar a este ejército, cuyos sacrificios si no son bien sabidos en colombia,
                 son al menos estimados por todos los amantes de la independencia ameri-
                 cana. es cierto que esta ley destruye las facultades con que V.e. ejercía su
                 autoridad en el sur y en el ejército, y con que ha completado la libertad de
                 la República, dado la vida al Perú y la paz a sus vecinos; pero entrevemos
                 que el congreso comete estas facultades extraordinarias al ejecutivo en las
                 provincias de asamblea, delegables a quienes sea necesario. confesamos que
                 esta misma circunstancia expresada por nuestros legisladores al derogar la
                 ley del 9 de octubre del año 11, es ofensiva en algún modo a la delicade-
                 za de V.e., mucho más cuando al presentar los bienes que esta ley produjo,
                 no mostraron la gratitud que debía la nación al que con ella y sus constantes
                 sacrificios supo salvarla; pero no pensamos que ocurriera ni remotamente
                 que la autoridad extraordinaria con que V.e. ha estado investido, fuese


                                          biblioteca ayacucho
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