Page 273 - De mi propia mano
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de hacer departamentos pequeños sino grandes; pero me dijo que no sólo
no podía dar la menor orden sobre el asunto, sino que según le decía el
general Salom, el oficio del Gobierno expresó que era innecesario para el
cumplimiento de la ley decir nada al libertador. ¿ud. sabe mi amigo en
qué ha consistido eso? claro está: los diputados de Quito han sido tan
morosos o más que los de Venezuela en ir al congreso, y he aquí la razón.
los diputados de la Nueva Granada que con el menor número han dejado
sus provincias intactas, y si no vea ud. la ley. De Quito sólo fueron diputa-
dos de Riobamba que tenían intereses en la división. No quieren sacrificar
unos días de reposo y vea ud. las consecuencias, ud. sabe que hubo quien
intrigara públicamente para ser senador, y se negó luego a marchar. yo
no sé si una asistencia general de los diputados el año próximo pudiera
remediar la ley; pero a lo menos igualaría las provincias del distrito del
centro con las demás. a tan lejana distancia no sé qué decir a ud.
el libertador se ha vuelto del ejército para atrás a ver mil negocios
pendientes por la costa, y me ha encargado la continuación de la campaña.
S.e. se inclina a que se tomen cuarteles de invierno y yo siento diferir de su
opinión, porque creo que debemos ocupar el cuzco. Dicen que Valdés está
cerca para reforzar con su ejército al de canterac y algunos aseguran que
están ya reunidos en el cuzco, pero bien calculado, entre los dos reúnen
apenas unos ochocientos hombres. a nosotros después de las pérdidas
de nuestras marchas, tan seguidas, nos quedan unos siete mil hombres
disponibles pero de buena tropa y que por su valor, moral y entusiasmo
valen la mitad más de su número respecto de los godos; así es que yo la
considero siempre muy superior. es verdad que nuestros caballos están
sumamente maltratados, y nuestros bagajes muy estropeados, sin embargo
de todo, el 12 muevo el ejército para acercarme al cuzco y del 20 al 30
resolveré definitivamente, estando inmediato, si se ataca a los españoles
a todo trance, o si se toman cuarteles para esperar nuestros atrasados,
reponer los caballos y mulas, etc., etc. De todos modos nunca un reposo
será más de un mes o dos, y después aunque sea con el invierno continuar
las operaciones.
Supongo que ud. juzgará que estando recargado de esta inmensa
responsabilidad, tengo mucho menos quietud de espíritu que en nuestros
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