Page 34 - Todos los versos
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Volviendo a las aliteraciones, el poeta nos habla de
el leve vuelo de las aves que no se posan en las ramas
aquella maternidad tan blanca rumorosa de
[pasos en pasillos de llanto
También aquí se instala la duda, puesto que uno
no termina de dilucidar si esa gélida y a la vez melancó-
lica maternidad se refiere a una institución hospitalaria
o a la condición de madre.
Aquí lo esencial está inmóvil, solo se producen
los movimientos rutinarios, incluyendo los de la rutina
de la muerte, parálisis de definitiva negación de vida,
hasta que al final surge la contradicción, para a partir de
cierto momento comenzar a decir, a afirmar con los sís
en ascenso, como en el final del Ulises, en el monólogo
de Molly.
En los jardines del poema de ese nombre lo que
crecen son las palabras, en un nuevo juego con ellas:
así habló así la tomó de la mano
movía los labios como el que hojea
y ojea
con sus dedos de páginas la tomó
Este lenguaje lúdico se retoma en el primer poe-
ma de la serie «vista desde una ventana», cuando se
nos dice que nosotros somos trasquilados sin haber
ido por lana.
XXXIV