Page 73 - Todo César: Panorama de vida y obra
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ARTE y                      Realismo Social en Venezuela. Antecedentes de una estética

                                                                                           Cuando un artista latinoamericano te está haciendo una obra genuinamente
                         COMPROMISO                                                latinoamericana, enraizada en sus realidades nacionales, enraizada con las realidades

                                                                                    revolucionarias de su país y que expresan verdaderamente los sueños, los anhelos, las
                                                                                      angustias de su país, te está manifestando en eso parte de la gran revolución que se
                                                SOCIAL                              está haciendo en América Latina y cuya expresión máxima la encontramos en México

                                                                                                      con Siqueiros, Rivera, con Orozco, en el Brasil con Portinari…

                                                                                                                                                    C.R.


                                                                                   El  Realismo  Social,  desde  sus  orígenes  europeos  a  mediados  del  siglo  XIX,
                                                                                   pretendía representar la vida cotidiana con toda su banalidad y fealdad, en la
                                                                                   que lo malo y lo desagradable debían mostrarse sin enmienda, para formular
                                                                                   así una crítica a la sociedad a partir de la observación minuciosa del entorno.
                                                                                   El  artista,  de  este  modo,  se  proponía  traducir  las  costumbres  e  ideas  del
                                                                                   momento, pero también los aspectos deprimentes del trabajador y la miseria
                                                                                   social, enfocándolas desde una perspectiva comprometida con las luchas de
                                                                                   emancipación.
                                                                                     Ante lo planteado, se podría comentar dos formas de este movimiento artís -
                                                                                   tico: el realismo sin moraleja, empeñado en traducir la realidad circundante al
                                                                                   creador, a la manera de anécdota descriptiva de lo que observa; y el realismo
                                                                                   como moraleja, en el que la metáfora conlleva una postura político-estética del
                                                                                   artífice con su tiempo; lo que le da un talante de arte comprometido, como el
                                                                                   que practicó el pintor francés Gustave Courbet, quien en una ocasión recorda-
                                                                                   ría que el realismo es en esencia un “arte democrático”. Courbet es el fundador
                                                                                   de la estética del realismo y además acuñó el término. Su participación, como
                                                                                   militante anarquista en las luchas que marcaron la sublevación de la Comuna
                                                                                          1
                                                                                   de París  está suficientemente documentada y da cuenta de una actitud inscrita
                                                                                   en el compromiso político y en el ideario creador libertario.




                                                                                   1   Courbet ya era un pintor reconocido cuando se unió a la Comuna de París. Él y la anarcofeminista
                                                                                      louise Michel, lideresa de las mujeres que luchaban en las barricadas, eran amigos a su vez
                                                                                      de Pierre Joseph Proudhon, padre del anarquismo francés y crítico de arte, quien le haría
                                                                                      seguimiento a la actividad creadora del pintor por muchos años.
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