Page 42 - Todo César: Panorama de vida y obra
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               compulsivo tránsito rural-urbano con el advenimiento de los enclaves gringos y  “¡Guaicaipuro no ha muerto, los caribes viviremos siempre!”. En el grito de ese
               las torres del petróleo: habla la naciente clase obrera.               niño que nace está su vengador, lo dice el piache, el viejo invidente Curayú, quien
                 Las torres murmuran y caminan misteriosamente en el susurro del viento y  convierte una derrota militar y demográfica en una victoria de la resistencia indí-
               nos transmiten sus fantasmas en ese contraste entre el falso progreso y la mise-  gena sostenida para darle continuidad moral a la lucha emancipadora.
               ria de los desarraigados en su propia tierra. Habla el barrio y su exclusión de la   Por  eso  hemos  insistido  siempre  en  que  el  indio  de  César  no  es  el  indio
               ciudad junto a los famélicos perros callejeros, quienes también nos comunican  muerto, de museo. Él mismo se reindianiza y se autorreconoce en uno de sus
               su desconcierto. Hablan las rosas lanzadas al viento y el soldado desconocido.  autorretratos más desafiantes.
               Hablan el indio y el negro, las mujeres, el niño, el joven, la ancestralidad, el   Encontramos  en  la  praxis  rengifiana  una  pedagogía  que  interroga,  que
               mundo suburbano, desde Oscéneba a Los hombres de los cantos amargos y Lo que  sugiere y convoca la resistencia prolongada, la emancipación y liberación defi-
               dejó la tempestad.                                                     nitiva. Anteponiendo siempre una esperanza y el fuego sagrado de un amor que
                 Rengifo, el militante pleno, no pierde de vista el sentido de la dominación  movilice la utopía. El arte y la praxis política de César no son solo de efímeros
               total: “¡Este es un país cogío!”, le comentaba con angustia a Nelson Romero, uno  capítulos informativos, limitados a técnicas teatrales, didácticas simplificado-
               de sus alumnos de Los Teques.                                          ras, sino que trabajo y juego, trabajo y creación, convergen hacia lo plenamente
                 Hay para César distintos niveles de lucha y no solo el de la política, si bien en  humano y formativo en el quehacer cotidiano.
               todos los terrenos se expresa lo esencial de lo político, de los intereses materia-  Es en la raíz de lo cotidiano donde se gesta el amanecer de la creación colec-
               les y espirituales en juego donde existen antagonismos sociales. Sabía que todo  tiva, el parto solar de lo vivencial y extraordinario. Entiende César el arte como
               arte viene del pueblo y al pueblo debe volver; y vuelve, de hecho, en su creativi-  parte de la más alta y plena manifestación de la existencia humana y es inhe-
               dad; en él mismo como sujeto educativo.                                rente a ella misma, donde juega un papel muy importante la creación colectiva,
                 Subyace en su obra la sinfonía de una demanda: la revolución cultural y educa-  sin negar el espacio específico de la creación y la formación personal, con un
               tiva en el decir haciendo, como plenitud de su praxis política. Le han hecho fama  asombroso vislumbre de los tiempos por venir y por hacer. La historia y el arte
               de “comunista sectario e intolerante”. Pero siempre reivindica múltiples perso-  se encuentran en el pináculo de la denuncia social –y ecológica– para descifrar
               najes de diversa textura ideológica y valores culturales de la venezolanidad.  las claves del futuro inmediato y de mediano alcance: se trata de trabajar para
                 Rengifo nos ha legado un arte que subvierte radicalmente todas las formas  un proyecto luminoso de amplia cobertura histórica y social.
               y procesos de conquista, los hispanocentrismos y sus derivados eurocéntricos   En Volcanes sobre el Mapocho hay una presencia de líneas históricas específicas
               y pseudorreligiosos, todas las formas y procesos imperialistas, valiéndose de la  y convergentes donde se expresan en forma simultánea la resistencia política y
               dramaturgia, instrumentando toda la historia de Venezuela: el pasado asumido  social del pueblo chileno frente al golpe oligárquico y del imperialismo, y la
               para interrogar el presente, usando el teatro, los títeres, la pintura, el mura-  resistencia cultural y política del pueblo mapuche, que viene desde los primeros
               lismo, la poesía, el periodismo y el ensayo, buscando incursionar también en  días de la conquista, pero al mismo tiempo del fondo de los milenios, siendo
               la música y la escultura, pedagógicamente toca los orígenes más remotos en el  por ello símbolo telúrico y paradigma de libertad para nuestros libertadores:
               mito-historia de Amalivaca, del Centro Simón Bolívar de Caracas. Desde allí nos  Miranda, Bolívar, San Martín, O’Higgins.
               demuestra que su militancia político-cultural y su resistencia cultural son posi-  La  anticonquista  rengifiana  nos  lleva  a  ver,  simultáneamente,  más  allá  y
               bles en el pináculo de la represiva dictadura del general Pérez Jiménez.  más acá de la historia del capitalismo, pero sin ignorar la médula espinal de la
                 El mito y la historia en Rengifo tienen conexión profunda, indesligable, en su  historia y presencia social del capitalismo y sus particulares formas de inserción
               obra artística. El mito está en la historia y la historia está en los mitos. En Curayú o  imperialista en nuestras realidades, como parte integral de nuestras especifici-
               El Vencedor, al conocerse la noticia de la muerte de Guaicaipuro, se identifica en el  dades. Como dice el Popol Vuh: “Hay que ver de cerca muchas veces y hay que ver
               grito de un niño que nace, la continuidad de la lucha, de la resistencia prolongada:  de lejos muchas veces”.
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