Page 43 - Todo César: Panorama de vida y obra
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42  César Rengifo y el proyecto de la libertad



               Ahora,  dentro  del  proceso  de  la  Revolución  Bolivariana,  el  mismo  Hugo   Hacemos  estos  señalamientos  para  destacar  cómo  el  arte,  en  una  relación
            Chávez pudo encontrar múltiples vertientes de conexión con el legado de César   orgánica con los pueblos y comunidades, puede ser capaz de refundar en nues-
            Rengifo,  partiendo  de  Esa  espiga  sembrada  en  Carabobo.  Para  investigar  los   tro país y en el continente un marxismo constituyente, crítico y abierto frente a
            múltiples aportes de los pueblos autóctonos a los indosocialismos, parte de las   cualquier teoría –o catecismo hueco– de lo constituido. Esto, apuntando a que
            fuentes constituyentes del socialismo del siglo XXI.                   ninguna teoría –y más desde el punto de vista marxista– se valida por sí misma:
               César, el maestro, con una pedagogía del arte, les habla a los pueblos desde   no hay teoría intrínsecamente revolucionaria al margen de la práctica histórica y
            la cultura de origen, sin desconocer su relación de contemporaneidad con la   social y del compromiso orgánico con los pueblos y comunidades.
            cultura dominante y con los procesos de dominación del capital. La cultura   En  síntesis,  cualquier  marxismo  mecánicamente  trasplantado  a  nuestras
            propia, la historia propia y la educación propia, como hablamos ahora desde   realidades, se convierte necesariamente en parte del andamiaje de la cultura y
            el texto de nuestra Constitución Bolivariana, frente a la pretensión global de   civilización dominante; en algo desvitalizado, sin espíritu de cuerpo, sin identi-
            una “cultura general” o supuestamente “universal”, que ha negado lo particu-  dad con nuestros pueblos; en simple utopía sin andamiaje, sin tren de aterrizaje,
            lar:  nuestras  culturas  locales  y  nacionales,  mutilándolas  en  carne  propia,  en   camisa de fuerza represiva, nuevo misionerismo laico de Occidente con preten-
            sus vísceras y raíces, en su desenvolvimiento natural y humano, en su presente   siones unilateralmente civilizatorias sobre nuestros pueblos y culturas; en factor
            histórico, de rostros múltiples y manifestaciones culturales diversas.  de división en el seno del pueblo, antagonizando lo exógeno y lo endógeno: con
               Rengifo,  hombre  de  entreguerras  y  de  posguerra,  retoma  con  fuerza  la   un pretendido análisis exogenético de nuestras nacionalidades (esto es, con una
            cultura nacional y local, tal vez en el momento más difícil, en plena derrota   explicación extraña a nuestras realidades, vistas exclusivamente desde afuera,
            del fascismo, donde lo nacional y lo local ya no tenían cabida en el ámbito de   desde el otro lado del océano, siempre después de Colón y de la presencia euro-
            la cultura dominante.                                                  pea en América o Abya Yala).
                                                                                     En otras palabras: es arbitrario y colonial, bajo cualquier pretexto, reducir
            Un marxismo constituyente                                              la historia de nuestros pueblos a la conquista planetaria del capitalismo y a la
            frente a las utopías eurocentristas teóricamente constituidas          historia del capitalismo, sin ver hacia atrás y hacia adelante en forma simultánea
               En El tigre azul, Eduardo Galeano nos convoca a construir un marxismo al   para descifrar las claves del futuro y el lugar irremplazable de nuestros pueblos
            calor de nuestras historias y culturas, alertándonos de paso que un marxismo   y culturas en los mapas del continente.
            al margen de su propia historia y cultura se convierte en “religión, opio del
            pueblo”. Lo extraño a Nuestra América no es el socialismo sino el capitalismo,   Por un marxismo constituyente
            nos decía. Sin duda, cualquier marxismo de catecismo y de sobaco ilustrado,   abierto a la complejidad histórica y social
            es un cascarón vacío que deja a su paso la serpiente de la historia a lo largo   Un marxismo constituyente, abierto a la complejidad histórica y social del
            del camino, como esos ríos disecados que pierden para siempre su magia,   mundo actual y a nuestras especificidades sociohistóricas, no es de ninguna
            su azufre y sus afluentes al calor del llamado “progreso” o “desarrollo” y sus   manera incompatible con lo que el Comandante Hugo Chávez denominó las
            cauces habitados por desérticas montañas de piedra y arena al paso inclemente   múltiples fuentes del socialismo del siglo XXI: marxismo crítico, los indosocia-
            del sol, convertidos finalmente en polvo de estrellas, sin luz propia desde su   lismos y ecosocialismos, el bolivarianismo integracionista y emancipador, los
            fondo, sin piel y de osamenta disecada. Conviene además leer directamente a   afroamericanismos, los feminismos, las teologías de la liberación, las filosofías,
            los clásicos, sobre todo a Marx, y conocer lo que Chávez denominó las múlti-  antropologías y pedagogías de la liberación, incluyendo todas las corrientes
            ples fuentes del socialismo del siglo XXI, al calor de nuestras realidades, y que   de pensamiento progresista del siglo XXI, movimientos políticos y sociales de
            va más allá de Las Tres Raíces.                                        la liberación encarnados en nuestras realidades y en el Gran Polo Patriótico. El
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