Page 29 - Todo César: Panorama de vida y obra
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28  César Rengifo: quehacer y hombre



               En ese mismo año, luego de recibir el diploma como egresado de la Academia
            de Bellas Artes, parte becado a Chile a fin de hacer estudios superiores para la
            enseñanza de las Artes Plásticas. Pero él, que tenía el don maravilloso de poder
            transmitir conocimientos sencillamente, no resistió la rigidez académica que
            se le imponía. Otros dos motivos lo apartan de este camino: el encuentro con
            Neruda, cuya impresión queda plasmada en el poemario Ala y alba, publicado
            en México un año después, y el estallido de la Guerra Civil Española, que lo
            impulsa a renunciar a la beca y viajar a la capital mexicana, para el momento
            centro de acopio de los intelectuales exiliados y núcleo de la solidaridad inter-
            nacional con España; único lugar donde el muralismo tenía una esencia telúrica,
            que absorbería y haría suya para siempre. “... consideraba en ese momento que
            debía dedicarme a un arte más público, que llegara a más público, que llegara a
            más gente, y no solo al arte de caballete para minorías”.
               Ese viaje es crucial para su crecimiento político, porque la experiencia mexi-
            cana determinará no solo su militancia partidista, sino su orientación plástica,
            indisoluble binomio que marcará en definitiva su trayectoria artística.
               Pedro Beroes, su amigo de la vecindad de la esquina de San Ramón en Cara-
            cas, cuando vivía donde los Rojas Guardia, comparte con él esos meses de 1937,   Portadilla de la edición original   Sección del poemario Ala y Alba (México, 1937).
            tan ricos vitalmente. La habitación esquinera de la pensión de doña Rosita, de   del poemario Ala y Alba (México, 1937).   Sección de Libros Raros.
                                                                                   Sección de Libros Raros.
                                                                                                                      Instituto Autónomo Biblioteca
            puerta-ventana hacia la calle, recibe gente a toda hora. Juan Marinello es una de   Instituto Autónomo Biblioteca   Nacional de Venezuela.
            las personas que más la frecuenta e instruye y guía a los dos mozos en sus pasos   Nacional de Venezuela.
            políticos –es Marinello quien acerca a César a Siqueiros y a Rivera–. También  primeros voluntarios venezolanos en inscribirse en la brigada internacional que
            los visita Pablo Rojas Guardia, y cuando para abril llegan los venezolanos deste-  partiría desde Veracruz en un barco equipado por el Gobierno mexicano. César
            rrados por el gobierno de López Contreras, quienes los recibirán en Acapulco  y Pedro son rechazados por carecer de “habilidades bélicas”: no sabían condu-
            serán Pedro Beroes, César Rengifo y Oscar Rojas Jiménez, que había llegado  cir, ni manejar armas de guerra; Luis Ojeda es aceptado, pero pierde el barco
            un poco antes con Vicente Gerbasi a esa capital, en comisión cultural, llevando  por no estar en Ciudad de México cuando llegaron las respectivas comunica-
            una exposición de libros venezolanos. Algunos de los exiliados serán también  ciones. El barco, repleto de jóvenes internacionalistas, nunca llegó a su destino:
            asiduos visitantes de esta habitación.                                 fue hundido frente a las costas de Barcelona por un navío alemán, antes de tocar
               Entre el grupo de desterrados están Salvador de la Plaza, Gustavo Machado,  puerto. No sobrevivió ninguno de los voluntarios.
            Miguel  Acosta  Saignes,  Jóvito  Villalba,  Rodolfo  Quintero  y  otros  que  luego   Profundamente  impresionados  por  el  suceso,  el  trabajo  de  César  y  Pedro
            conocí como amigos de papá. El primero, de ascética conducta, serio y exigente  se centró entonces en la organización de la campaña para recibir a quinien-
            en el trabajo y con enormes dotes de maestro, influiría mucho en su vida de  tos niños españoles enviados por la República. César pintaba afiches mientras
            comunista.                                                             Pedro trabajaba en prensa y propaganda. Es para esa fecha cuando César decide
               La Guerra Civil Española era motivo de permanente preocupación para la  inscribirse en el Partido Comunista de México, en el cual prestaban colabora-
            juventud de América. México se convierte en centro de reclutamiento y solida-  ción Salvador de la Plaza y Gustavo Machado, entre otros. Es decir, que cuando
            ridad continental. Luis Ojeda Rodríguez, César Rengifo y Pedro Beroes, son los  regresa a Venezuela en 1938, trae experiencia y militancia, y mucha claridad
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