Page 74 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles




                   Cesa al fin el apagón
                   y al prenderse los bombillos,
                   un ¡viva! dan los chiquillos
                   (y algún que otro grandulón…)
                   Y usted, que aunque cuarentón
                   es ingenuo todavía,
                   mientras acuesta a la cría
                   le adelanta a su mujer:
                   —¡Mañana al amanecer
                   demando a la compañía!







































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