Page 191 - Sencillamente Aquiles
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aquiles nazoa
que a sí mismo se encadenó
y que se arrastra por los trenes
de una prisión a otra prisión.
Y aquí está América a mis pies
como un magnífico balón;
puedo jugar con ella al rugby
o, si prefieren, al beisbol.
Un Rockefeller es el pítcher
y un Rockfeller es el coach.
Pero juguemos a otra cosa,
porque yo soy mal jugador,
y lo que quiero con América
es encontrarle el corazón.
Por hallárselo ando rodando
de la Florida a Nueva York.
En Alcatraz viví cien años,
tuve una novia en Oregón,
en Carolina fui John Brown
y en Alabama fui Jim Crow;
en Chicago fui caletero
y en Amalfi morí de amor;
fui bailarín en Nueva Orleáns
allá en el año treinta y dos,
y ahora en un tren de madera
voy de Pittsburgh a Nueva York
con la esperanza ya perdida
de descubrir en cuál rincón
dejó la América de Lincoln
olvidado su corazón.
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