Page 136 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles


                   mi madre borda blancuras
                   con sus estambres en vilo,
                   y palomillas de hilo
                   vuelan a su alrededor,
                   ese universo de amor
                   a que entonces pertenece,
                   se llama, pues lo merece,
                   Bolívar Libertador.


                   Cuando el aguacero frío
                   sus rotas cántaras vierte
                   y en toronjiles convierte
                   las candelas del estío;
                   cuando la tierra es plantío
                   con altas yerbas de olor,
                   ese tiempo labrador
                   que abril cantando inaugura,
                   se llama por su hermosura
                   Bolívar Libertador.


                   Mi patria y sus caseríos,
                   sus petróleos torrenciales,
                   sus comarcas vegetales
                   y su tumulto de ríos,
                   salinas y labrantíos,
                   animales de labor,
                   llanto, júbilo y sudor
                   de esta tierra y de su gente,
                   se llaman sencillamente
                   Bolívar Libertador.





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