Page 140 - Sencillamente Aquiles
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MARÍA








            María se pone todos los días a las 2 p.m.
            un dedal de oro para remendarle la ropa a sus hijos.
            Ese dedal lo traía ya puesto cuando nació.


            Ella está hecha de hilo blanco.
            Ella está siempre sentada a su máquina de coser
                                    [remendándole el corazón a uno.
            Ella se levanta majestuosamente de su silla de magnífica
                                                             [señora
            y todos nos deslumbramos ante su imperiosa presencia.
            María se sirve a sí misma en un plato de dulce
            y todos nos sentimos como arrepentidos de
            estar vivos, cuando ella se nos acerca,
            porque María nos va a matar con su
            presencia, señores.

            Todos mis amigos están enamorados más o menos
            de María
            y yo también.
            Qué bonita es esa dama cuando sale a recibir
            a una visita
            y de tal manera le da los buenos días
            que a uno le dan ganas de contestarle: Buenos
            días, María.



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