Page 137 - Sábado que nunca llega
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señoras y señores, muy buenas noches, hace
frío aquí en El Poliedro, aficionados de todo
el país. Promociones Internacionales y la
Ca balgata Deportiva Gillette, en nombre de
sus productos, ya subió al ring el retador, pre
senta, el público lo aplaude, el encuentro a
quince asaltos por el título, la entidad de
ahorro y préstamo, hicieron el mismo peso
los dos contendores, se ve bien ese muchacho,
¿qué dices tú, Carlos? Sí, precisamente de
eso quería hablarte, Luis.
Lo vi desde el ring side, en su esquina, los codos apoyados
sobre las cuerdas, la frente en alto, una leve sonrisa, el
Himno Nacional, todos de pie; seguramente recordaba el
telegrama del Presidente, «... su compatriota y amigo….
Presidente Constitucional de Venezuela»; un extraño
brillo irisaba sus ojos, las fibras de la espalda centelleaban;
abajo cadenas, gritaba el señor, porque el señor grita y los
otros piden, siempre es así; tenía la vista fija en su rival
pero no lo miraba, no miraba nada aunque el rival creyera
lo contrario, recordaba más bien los elogios de la prensa,
kilómetros de papel, bobinas y bobinas en centímetros por
columna repitiendo su nombre, pensaba, sí, o repasaba
mentalmente, letra por letra, su nombre estirado a ocho
columnas, primera página, páginas centrales, cuatricromía
fotográfica, adjetivos full-color: Agigantado, Imbatible.
Único. Fuera de clase. Crecido. Sin contendor en la
división. Sobrado. Hay campeón para rato. Nadie puede
con él. Soberano absoluto. Monarca indiscutible. Virtuoso
del ring. Zorro del ensogado. Estilista sin par. Siniestro
pegador. Todo un espectáculo. Maestro del cuadrilátero.
Artista de los coliflores. Atleta benemérito. Señor.
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