Page 363 - La escena contemporánea y otros escritos
P. 363

Mariátegui: política revolucionaria. Contribución a la crítica socialista


              sus representaciones parlamentarias; y, de otra parte, a medida que el
              socialismo se había convertido en un movimiento de masas, con activa
              participación en la política de cada país, su organización internacional,
              en apariencia acrecentada, descansaba, en cuanto a solidaridad revolu-
              cionaria e internacionalista, en un complicado juego de compromisos.
              En los principales congresos de la Internacional, anteriores a 1914, se
              planteó con apremio la cuestión de las medidas que debían emplear
              los partidos socialistas contra la guerra, en caso de inminencia bélica,
              pero no se llegó a conclusiones concretas. La política de la Internacional
              se basaba en una excesiva autonomía de sus secciones en los asuntos
              nacionales, y era imposible que este mecanismo no afectara a su coordi-
              nación y disciplina en materia internacional.
                 El Imperio Británico había consolidado su hegemonía mundial. Las
              finanzas, el comercio y las ideas británicas dominaban directa e indirec-
              tamente en todas partes. Inglaterra había celebrado con Rusia y Francia
              un pacto de alianza que ponía a sus flancos a estas dos potencias, después
              de muchos años de tradicional hostilidad o desconfianza. Tenía, inde-
              pendientemente, un tratado de alianza con el Japón que, en virtud de este
              pacto, asumía, tácitamente, la función de gendarme de reserva del impe-
              rialismo inglés en el Extremo Oriente. Estados Unidos no aspiraba, por el
              momento, sino a proseguir su estupendo desarrollo económico nacional
              que ofrecía aún un campo de inversiones al capital europeo. El imperio
              yanqui, aun formulado ya su evangelio expansionista, distaba mucho de
              anunciarse como un victorioso rival del Imperio británico. La amenaza
              venía de Alemania que, en veloz progreso industrial y económico, hacía
              a la Gran Bretaña, en gran número de mercados, una competencia cada
              vez más inquietante. Alemania se sentía destinada a conquistar el primer
              puesto. Ésta era una convicción en la que acompañaban al Káiser así los
              profesores universitarios como los capitanes de industria. El libro de
              Spengler Das Untergang des Abenlandes, es, en cierto aspecto, un reflejo
              póstumo de la conciencia alemana antes del fracaso de su ilusión impe-
              rialista. En Alemania, este proceso de desarrollo y expansión capitalista
              encontraba en la estructura y la mentalidad feudal y militar de la monar-
              quía  un  inmediato  encauzamiento  a  la  preparación  guerrera.  Menos
              diestra políticamente que Inglaterra y más limitada por sus posibilidades,


              362




       BM_Laescenacontemporaneayotros escritos_TomoI.indd   362            08/10/10   17:48
   358   359   360   361   362   363   364   365   366   367   368