Page 254 - La escena contemporánea y otros escritos
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La escena contemporánea y otros escritos


               Francesa adquiere en su obra un contorno nítido. Fue una revolución
               de la burguesía, porque no pudo ser una revolución del proletariado.
               El proletariado no existía entonces como clase organizada y conciente.
               Los proletarios se confundían con los burgueses en el estado llano, en,
               el pueblo. Carecían de un ideario y una dirección clasista. Sin embargo,
               durante los días polémicos de la revolución, se habló de pobres y ricos.
               Los jacobinos, los babouvistas reivindicaron los derechos de la plebe.
               Desde  muchos  puntos  de  vista  la  revolución  fue  un  movimiento  de
               sans culottes 175 . La Revolución se apoyó en los campesinos que consti-
               tuían una categoría social bien definida. El proletariado urbano estaba
               representado por el artesano en el cual prevalecía un espíritu pequeño-
               burgués.  No  había  aún  grandes  fábricas,  grandes  usinas.  Faltaba,  en
               suma, el instrumento de una revolución socialista. El socialismo, además,
               no había encontrado todavía su método. Era una nebulosa de confusas
               y abstractas utopías. Su germinación, su maduración, no podía produ-
               cirse sino dentro de una época de desarrolló capitalista. Así como en la
               entraña del orden feudal se gestó el orden burgués, en la entraña del
               orden burgués debía gestarse el orden proletario. Finalmente, de la revo-
               lución francesa emanó la primera doctrina comunista: el babouvismo.
                  El tribuno del socialismo francés, que demarcó así la participación
               material y espiritual del proletariado en la revolución francesa, era un
               idealista, pero no un utopista. Los motivos de su idealismo estaban en
               su educación, en su temperamento, en su psicología. No se avenía con su
               mentalidad un socialismo esquemática y secamente materialista. De allí,
               en parte, sus contrastes con los marxistas. De allí su adhesión honrada
               y sincera a la idea de la democracia. Trotsky hace una definición muy
               exacta de Jaurés en las siguientes líneas: “Jaurés entró en la arena polí-
               tica en la época más sombría de la Tercera República, que no contaba
               entonces sino una quincena de años de existencia y que, desprovista de
               tradiciones sólidas, tenía que luchar contra enemigos poderosos. Luchar
               por la República, por su conservación, por su depuración. He aquí la idea
               fundamental de Jaurés, la que inspira toda su acción. Buscaba Jaurés


               175   Esta es, sin las bragas o calzones que usaban los miembros de la nobleza. El
                   pueblo usaba pantalones.


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