Page 115 - La escena contemporánea y otros escritos
P. 115
Mariátegui: política revolucionaria. Contribución a la crítica socialista
con la intuición de que únicamente en la silenciosa coordinación de
todas las fuerzas, a las órdenes estaría”.
Aislado, bloqueado, boicoteado, el fascismo deviene más beligerante,
más combativo, más intransigente. La oposición liberal y democrática lo
ha devuelto a sus orígenes. El ensayo reaccionario, libre del lastre que
antes lo entrababa y enervaba interiormente, puede ahora cumplirse en
toda su integridad. Esto explica el interés que, como experiencia histó-
rica, tiene para sus contemporáneos la batalla fascista.
El fascismo, que durante dos años se había contentado casi con
representar en el poder el papel de gendarme del capitalismo, pretende
hoy reformar sustancialmente el Estatuto de Italia. Se propone, según
sus líderes y su prensa, crear el Estado fascista. Insertar la revolución
fascista en la Constitución italiana. Una comisión de dieciocho legisla-
dores fascistas, presidida por el filósofo Giovanni Gentile, prepara esta
reforma constitucional. Farinacci, líder del extremismo fascista, llamado
en esta emergencia a la secretaría general del partido, declara que el
fascismo “ha perdido dos años y medio en el poder”. Ahora, liberado de
la pesada alianza de los liberales, purgado de los residuos de la vieja
política, se propone recuperar el tiempo perdido. Todos los capitanes
del fascismo hablan un lenguaje más exaltado y místico que nunca. El
fascismo quiere ser una religión. Giovanni Gentile en un ensayo sobre
los “caracteres religiosos de la presente lucha política”, observa que “hoy
se rompen, en Italia, a causa del fascismo, aquellos que parecían hasta
ayer los más sólidos vínculos personales de amistad y de familia”. Y de
esta guerra, el filósofo del idealismo no se duele. El filósofo del idealismo
es, desde hace algún tiempo, el filósofo de la violencia. Recuerda, en su
ensayo, las palabras de Jesucristo: Non veni pacem mittere, sed gladium.
Ignem veni mittere in terram. 120 Y remarca, a propósito de la cuestión
moral, que “esta tonalidad religiosa de la psicología fascista ha generado
la misma tonalidad en la psicología antifascista”.
Giovanni Gentile, poseído de la fiebre de su facción, exagera cier-
tamente. En el Aventino no ha prendido aún la llama religiosa. Menos
aún ha prendido, ni puede prender, en Giolitti. Giolitti y el Aventino
120 No vine a traer paz, sino guerra. Vine a poner fuego sobre la tierra.
114
BM_Laescenacontemporaneayotros escritos_TomoI.indd 114 08/10/10 17:48