Page 400 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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400  Rafael Ramón Castellanos



                 proposición a los señores Comisionados de Venezuela, para si les
                 parecía bien se comprometiesen a sostenerla allá, así como él en este
                 caso la sostendría en el Congreso de Colombia, en donde podía
                 contar con la liberalidad de principios de que estaban animados sus
                 miembros, y con un verdadero interés por la felicidad de los colom-
                 bianos. La proposición fue concebida en estos términos:
                   Habiéndose hecho azarosos algunos militares, que abusando de
                 su poder y de su influencia, han hollado los unos las leyes y acusá-
                 dose a otros por sospechas de intentar un cambio de las formas del
                 Gobierno, se prohíbe que durante un período que no será menos
                 de cuatro años, no pueda ninguno de los Generales en Jefe, ni de los
                 otros Generales que han obtenido los altos empleos en la República
                 en los años desde 20 al de 30, ser Presidente o Vicepresidente de
                 Colombia, ni Presidente ni Vicepresidente de los Estados, si se esta-
                 blece la confederación de los tres grandes Distritos; entendiéndose
                 por altos empleados el de Presidente o Vice presidente, de Ministros
                 de Estado y Jefes Superiores.
                   Continuó el señor Sucre apoyando esta proposición, en que él
                 también se excluye de optar a todo mando, y sosteniéndola con
                 varias consideraciones, que el señor Tovar manifestó ser justas, lo
                 mismo que la proposición, que realmente dijo que podría adop-
                 tarse; pero que estaba seguro que cualquier nombramiento que
                 se hiciese ahora en Venezuela, aun cuando recayese en un militar,
                 no sería por temor ni influjo, sino porque el pueblo lo creería así
                 conveniente a sus intereses. El señor (Fernández) Peña explicó los
                 mismos sentimientos, añadiendo que estaba persuadido de que
                 la fuerza no había intervenido en el desarrollo de la opinión de
                 Venezuela, sino para auxiliar y proteger el pronunciamiento libre
                 de los ciudadanos; y que sólo por una grave equivocación podría
                 presumirse que habían sido compelídos por alguna autoridad o
                 algún poderoso.
                   El señor General Mariño expuso: que no creía que la proposi-
                 ción del señor Sucre, debiese ser admitida por ellos, porque en Ve-
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