Page 332 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
P. 332

332  Rafael Ramón Castellanos



                 Brasil. El tratado no tuvo efecto; y por mis cartas anteriores y por
                 ésta verá Vd. que estamos muy de buenas con los argentinos. El ple-
                 nipotenciario, que debe estar ya en Potosí, es el sobrino de Bustos;
                 trataré de afianzar más la buena amistad y de arreglar, si puedo, el
                 asunto de Tarija.
                   Dije a Vd. que sabiendo indirectamente que el emperador del
                 Brasil quería entrar en relaciones con Bolivia, escribí al señor Pa-
                 lacios, por oficio y carta, para que examinara si sería admitido sin
                 dificultad por el emperador un enviado boliviano. Espero su res-
                 puesta y obraré en consecuencia. Celebro que Vd. se haya anticipa-
                 do a aprobar mis opiniones de que esta república debe tener buena
                 armonía con el Brasil. Seré, por tanto, muy circunspecto en las ne-
                 gociaciones con el enviado de Buenos Aires, que sin duda vendrá a
                 exigimos la guerra.

                   La República Argentina está así, en calma; pero temo que dure
                 poco y empiecen los combates interiores. Su cuestión con el im-
                 perio creo tenga mal éxito aunque es innegable la justicia con que
                 aquélla reclama a Montevideo. Buenos Aires está hundida y la des-
                 baratan y disuelven ya los empréstitos, el papel y sus disensiones.
                 Los partidos se levantan ya en la misma ciudad con encarnecimien-
                 to. Presagio mal de la suerte de aquel país.
                   Por inútil, había dejado de decir que si por desgracia fuere menes-
                 ter una guerra entre el Perú y Colombia es esencialísimo que Vd.
                 mande al Pacífico un par de fragatas de guerra; o por lo menos una
                 muy fuerte, bien mandada y servida. 444
               El General peruano Agustín Gamarra se ha situado, en El Desaguadero,
             sobre la propia frontera de entrambos Estados, prepotente y amenazante.
             El Mariscal Sucre entiende claramente el aspecto intrínseco de este acto
             provocador y aunque le sobrecoge un hálito de angustia no desdora la opor-

             tunidad de hacer uso de sus atributos más resaltantes; razónpor la cual le



             [ 444 ]_ Ídem, p. 526-527.
   327   328   329   330   331   332   333   334   335   336   337