Page 151 - Guanipa-Endenantico
P. 151
Earle Herrera
PRÓLOGO PARA NÓRGIDA
A lo largo de mi carrera literaria he sido solicitado para escri-
bir el prólogo de no pocos libros. Esta invitación es siempre
un compromiso con el autor y, sobre todo, con los futuros
lectores de la obra. Con esas palabras iniciales le corresponde
a uno la responsabilidad de abrir las puertas de un texto y
presentar, a las personas interesadas en su lectura, una pri-
mera visión del espacio de palabras, ideas y conceptos en que
se van a internar. El prologuista es el personaje que nos abre
las puertas y nos invita a pasar adelante, nos presenta al autor
y muestra el camino a recorrer. Luego se aparta y nos deja
solos, en la enriquecedora soledad de la lectura.
En esa puerta de los libros ajenos, ya lo dije, me he en-
contrado en varias oportunidades literarias y vitales. De esa
experiencia he aprendido que cada obra impone una forma de
invitar al visitante –al lector o lectora– a pasar adelante. Los
textos de creación –cuento, novela, poesía– nos llevan a una
invitación espiritual para mostrar una casa ficticia o metafóri-
ca. Las obras conceptuales nos devuelven al mundo racional y
metódico. Si se trata de libros pedagógicos, el presentador corre
el riesgo, que yo quiero evitar, de volverse didáctico.
151