Page 385 - Escritos de ayer y hoy

Estamos aquí para, una vez más, reconocer el esfuerzo de
Josefa Venancio de la Encarnación Camejo, quien de acuerdo
a su síntesis histórica nace en 1791; es hija de Miguel Camejo
y de Sebastiana Talavera y Garcés. Inicia sus estudios en el co-
legio de las Hermanas San Esteban, en Coro, y luego es en-
viada a un convento de monjas en Caracas, donde completa
su educación y se pone en contacto con las ideas republicanas.
En 1810, estando en Caracas, tuvo la oportunidad de vi-
vir los sucesos extraordinarios del 19 de abril de aquella
época. En abril viajó a Mérida, donde conoció al coronel Juan
Nepomuceno Briceño Méndez y la agarró la magia del amor;
con él se casó.
El 18 de octubre de 1811 firma el documento que ya ha
sido consignado aquí: “Representación que hace el bello sexo
al Gobierno de Barinas" y se ponía a la orden para la defensa
de Barinas; después tiene que salir de allá y, cruzando el río
Santo Domingo, muere su madre; luego se vistió de hombre y
junto a su amiga, Manuela Tinoco, logran pasar de incógnita
con las tropas.
En San Carlos, los pobladores procedentes de Barinas se
unían a la fuerza del general Rafael Urdaneta; ellas hacen lo
propio, recorriendo los caminos de Venezuela hasta la Nueva
Granada, y durante este hecho Josefa Camejo se dedicó a curar
a los heridos; al llegar, se unió a unas familias republicanas,
permaneciendo allí por espacio de 4 años aproximadamente.
A mediados de 1818 decide regresar a Venezuela, viajando
disfrazada de vagabunda –como dicen–, de pordiosera y nadie
la reconoció. En 1821, al frente de 300 esclavos que trabaja-
ban en su hato de Paraguaná, propinó una rebelión contra las
fuerzas realistas de la Provincia de Coro, pero fue derrotada.
El 5 de mayo del mismo año, con un grupo de 15 hombres se
presentó en el lugar donde descansaba el jefe realista Chepito
González, a quien enfrentó y derrotó.

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