Page 389 - Escritos de ayer y hoy
P. 389

Estado invasor; invasor en el siglo xix, invasor en el siglo xx e
          invasor en el siglo xxi: el Estado norteamericano.
            Debemos estar siempre alerta, como el conejo, día y noche.
          Día y noche porque creo que vivimos, en este siglo xxi, uno de
          los siglos más peligrosos, más complejos y más exigentes, pero
          también dramáticamente maravilloso por las posibilidades que
          ofrece.
            El capitalismo está en una etapa final, con una crisis de ca-
          rácter estructural y coyuntural, y atraviesa un largo período ca-
          racterizado por importantes crisis económicas y sociales, que
          permiten hablar con propiedad de un proceso de descomposi-
          ción que ha conducido, particularmente en el Medio Oriente,
          en zonas próximas y en nuestra región, a tratar de recuperar
          posiciones perdidas.
            La invasión contra Libia, promovida por Estados Unidos y
          las principales potencias capitalistas europeas como Francia,
          Inglaterra, Italia y ahora Alemania –a la que arrastran por pre-
          siones de otros países–, pretende ser justificada en nombre de
          la solidaridad y la protección del pueblo libio, frente a las po-
          líticas contrarias a los derechos humanos que supuestamente
          estaba violando el gobierno del coronel Gadhafi al enfren-
          tar a los sectores vinculados a grupos internos que pretenden
          derrocarlo.
            Todos ellos persiguen golpear a la OPEP, tener un control
          más directo del petróleo libio, reanimar su industria mili-
          tar con propósitos anticrisis, apoderándose de las reservas de
          oro y divisas del pueblo libio; además de practicarle el robo
          e impedir, de esa manera, que sirviera de base a una moneda
          africana independiente del dólar y del euro. Estos son algu-
          nos de los objetivos de la estrategia que adelantan las potencias
          imperialistas.
            Es  necesario  señalar  que  los  diversos  movimientos  y  al-
          zamientos en las regiones mencionadas no tienen el mismo

          388
   384   385   386   387   388   389   390   391   392   393   394